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Después de meses de enfrentamiento entre la Autoridad Portuaria (APS) y diversas asociaciones humanitarias en torno a la instalación de concertinas que coronan la valla en algunos segmentos de su perímetro, el máximo responsable de esta infraestructura, Francisco Martín, aseguró esta mañana que no descarta ... que dentro de un tiempo, «si todo sigue bien», se puedan retirar estas cuchillas disuasorias. Todo después de que las cifras de saltos de los polizones se haya reducido de forma drástica en los últimos tiempos, pasando de veinte diarios a dos mensuales.
«El problema no ha desaparecido», asegura el presidente de la APS. Lo que ha sucedido es que se ha trasladado al Canal de la Mancha. Por eso Martín teme que la retirada de estas medidas termine generando un «efecto llamada». «Si tú dices que vas a reducir o relajar tus sistemas de contención, puede tener consecuencias. Aún con todo, si pasado este invierno continuamos con el problema controlado, pues podemos plantearnos relajar un poquito ese esfuerzo», avanzó Martín; y habló de un plazo de seis meses de margen.
El máximo responsable del Puerto de Santander señaló que el año ha evolucionado «afortunadamente bien» por los «esfuerzos» de la Guardia Civil y la Policía Nacional para desarticular la mafia que «traía albaneses para saltar por Santander». Defendió todas las medidas de seguridad que se han adoptado «aunque algunas no hayan gustado». «Nuestra obligación era proteger el ámbito portuario», reiteró el presidente de la APS, que también explicó que el buen tiempo del verano ha hecho que «parte de los que venían por Santander optasen por el Canal de la Mancha utilizando embarcaciones hinchables».
Por eso advirtió que cuando llegue el mal tiempo «van a buscar otras zonas». «Es posible que retorne la presión a puertos donde históricamente ya se ha producido este problema», advirtió. Y en estos momentos la infraestructura no se lo puede permitir.
La construcción de la nueva estación de ferri, con la terminal de gas licuado; la llegada de los nuevos ferries, como el Santoña; así como la finalización del muelle 9 y el incremento de los tráficos comerciales, obligan a mantener la seguridad de cara a 2023, un año determinante para el crecimiento de esta infraestructura que supone el 12% del PIB regional.
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