El Puerto devolverá a La Magdalena la arena acumulada junto a La Fenómeno
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La APS expone que «de forma excepcional» retirará el exceso porque tapona las tomas de agua del Museo Marítimo y afecta a la biodiversidadA falta de rellenos y movimientos de arena por parte del Gobierno de España, del cántabro o del Ayuntamiento de Santander, el Puerto se pondrá manos a la obra durante las próximas mareas vivas para rebajar el exceso de arena acumulado cerca de la ... playa de La Fenómeno y devolverlo a La Magdalena. No es su cometido, recalcan, pero la urgencia les hace actuar «de forma excepcional para evitar males mayores». La acumulación de arena cerca del Museo Marítimo está enterrando las tomas de agua del edificio, afectando a la fauna y taponando la bocana de Puertochico, lo que les lleva a actuar cuanto antes.
Desde la Autoridad Portuaria de Santander (APS) dejan claro que retornan la arena al sistema Peligros-Magdalena por las deficiencias que registra la zona, aunque a ellos no les beneficia devolverla allí porque, si nadie pone en marcha una solución ya, es cuestión de tiempo que vuelva al entorno de La Fenómeno y les provoque más problemas. Como institución, lo mejor para ellos sería eliminar esa arena, aunque el mal estado de las playas les ha inclinado por devolverla.
El procedimiento que seguirán para mover la arena sobrante es el que habitualmente realizaba Costas. Consiste en, con una excavadora y dos camiones, ir recogiéndola y transportándola a través de las playas hasta su destino. Para poder desplazarse sin verse afectados por las mareas, aprovecharán las bajamares para trabajar. Así, la tarea para mover en torno a 15.000 metros cuadrados de arena se puede prolongar desde una semana a diez días.
¿Qué daños está generando esta acumulación al oeste de La Fenómeno? Lo primero es que se están llenando de arena unos entornos que siempre fueron de roca. Esto está provocando, a su vez, una reducción drástica de la biodiversidad -tanto vegetación como fauna- que allí se localiza, ya que la arena tapa todos los sustratos rocosos. También está reduciendo la profundidad de los muelles. Antes de que se acumulase tanta arena en la zona, los barcos podían dejar y recoger pasajeros allí, «algo que a día de hoy es complemente imposible», destacan desde el Puerto.
A esto hay que sumar que se están taponando las tomas de agua del Museo Marítimo, lo que está generando dificultades para que llegue agua a los viveros y a los acuarios y se está llegando a poner en riesgo la vida de los animales que viven dentro.
Desde el Puerto dejan claro que si están actuando es por la urgencia de la situación, pero que no es su responsabilidad y que, si tuvieran que retirar arena de nuevo en el futuro, no la devolverían a La Magdalena sino que la eliminarían de la zona para que no se convierta en un problema cíclico. En este momento, están asumiendo una actividad y unos costes que no les corresponden y piden que el responsable, «sea quien sea», busque una solución. «Hay una discusión política sobre las competencias y, mientras tanto, nadie hace nada».
Fuentes internas de la Autoridad Portuaria exponen que «no podemos consentir que esto siga ocurriendo» y lamentan que no se estén asumiendo responsabilidades. A su juicio, debe aclararse cuanto antes quién debe encargarse del problema porque la pérdida de arena de Los Peligros y La Magdalena se seguirá produciendo de manera regular y, si no se busca una solución, volverá cíclicamente al entorno del museo. «Esto es algo que deberá plantearse con urgencia porque, si no, dentro de un año estaremos otra vez igual».
Desde el Puerto son claros. Sacar la arena de la zona al oeste de La Fenómeno y devolverla a su origen no les beneficia. «La revertimos allí para no perjudicar la disponibilidad de arena». Pero no es la manera de actuar que les conviene como institución. «Si se asumiera como un proceso de dragado del Puerto, cogeríamos la arena y la echaríamos fuera del sistema. Devolverla a su origen no nos beneficia pero se hace por el bien de esas playas».
Al asumir esta operación, la APS actúa «sin que nos corresponda» en un proceso de regeneración de las playas. «Sabiendo que, si no se hace nada, se volverán a taponar las tomas de agua del museo». Por eso, instan a que se establezca ya un procedimiento para que no siga ocurriendo. Ajenos a cuál es la mejor solución y sin meterse en la necesidad de colocar un segundo dique, retirar el primero o elaborar un sistema regular de rellenos y distribución de la arena, sólo piden que se desarrolle un mecanismo válido para evitar que se acumule donde no debe.
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