El Puerto estudia reconstruir con piezas de cristal el muelle de Maura y dotarlo de luz

El mal estado detectado por el estudio de ingeniería contratado para su estudio aconseja su demolición porque su vida útil está acabada dado el mal estado del hormigón y su estructura metálica, como se puede apreciar a simple vista. Pero el Puerto, en palabras de su presidente, Jaime González, no descarta nada, desde poder mantenerlo después de repararlo, a tirarlo y reconstruirlo en hormigón. Pero hay ideas mucho más interesantes en la cabeza de González: «Quizá podría reconstruirse con suelo de cristal, para que así se pueda contemplar por los transeúntes el viejo muelle de piedra de sillería» sobre el que se apoyó en 1941 la ampliación de cinco metros de anchura, realizada en hormigón armado. Con esta solución, un muelle de cristal, se mantendría el paseo que ahora se conoce y se pisa y se podría ver el viejo mueble de sillería, que ha permanecido oculto a la vista desde hace nada menos que 77 años. González explica que «es un muelle muy interesante» y si queda a la vista servirá para el disfrute ciudadano y «por qué no, con la iluminación adecuada por la noche también podría ser contemplado y sería una atracción».

Son ideas, pero «todo hay que estudiarlo y y pensarlo muy bien, porque lo interesante es ese viejo muelle de piedra». González es consciente de que todo este proceso, el estudio, la reconstrucción o el derribo y el nuevo muelle, quizá de cristal, llevará mucho tiempo, posiblemente años, «pero intentaremos que sea un proceso lo menos largo posible».

El proceso sobre qué hacer en este espacio acotado de nada menos que 711 metros cuadrados al borde del cantil del muelle se realizará, dice González, «junto con el Ayuntamiento. Quizá sea la posible rehabilitación del muelle, lo que parece poco probable a la vista del estudio realizado por la ingeniería contratada. Pero si se determinase que la rehabilitación fuera posible en base a nuevas técnicas, se realizaría la rehabilitación».

El estudio del estado del muelle se ha realizado porque «desde que se hundió el muelle de Vigo el verano pasado, causando casi 400 heridos, nos planteamos el análisis de los muelles que están al final de su vida útil y esto es lo que se ha hecho con el Muelle de Maura, cuyo estudio determinó que está en muy mal estado».

En cualquier caso en este asunto, cerrando al paso a peatones y vehículos el Muelle de Maura «el Puerto ha actuado primando la seguridad de los peatones. Pero eso no quiere decir que haya una posibilidad de colapso (de que se hunda). Los peatones que pasean por la zona han estado y están seguros. Lo que no queremos es que sobre ese muelle haya aglomeraciones y pueda haber peligro», aclara González. Lo que no se quiere es «permitir una aglomeración que podría llevar al colapso de los muelles deteriorados y suceder una desgracia. Se ha impedido el acceso de los peatones y vehículos porque en este tipo de actuaciones debe primar la seguridad», concluye.

La zona ya está totalmente acotada (son 711 metros cuadrados) con la colocación de una barandilla similar a la del cantil del muelle. La nueva no es tal, sino que es una que estaba en el Barrio Pesquero. Se están renovando las del Pesquero por lo que se han usado en Maura las que han sido retiradas. El personal que está interviniendo en la operación en Maura es de mantenimiento del Puerto y en breve se colocará un cartel de advertencia.

La alcaldesa de Santander, Gema Igual, explicó ayer que el Ayuntamiento y el Puerto trabajarán en las soluciones que se adopten en el Muelle de Maura y explicó que el informe del Puerto que está también en manos del Ayuntamiento, hace «incuestionable» la decisión de acotar ese muelle a vehículos y personas.

Y señaló que la participación económica del Ayuntamiento en la reconstrucción o reparación del muelle dependerá de los proyectos y la cuantía. Aseveró Igual que los ciudadanos están «acostumbrados» a pasear por la zona y quieren seguir haciéndolo. «Trabajaremos para que esté transitable, abierto y en las mejores condiciones», dijo. También apuntó que la Grúa de Piedra «no corre ningún peligro» al estar construida sobre otra cimentación. Por último, sobre el resto de la fachada marítima de Santander, la alcaldesa añadió que no tiene conocimiento de que haya «ningún deterioro ni falta de seguridad».