Quejas en varias zonas de Santander por la basura acumulada en los contenedores

Otro de los contratiempos a los que se enfrentan los trabajadores es que el material de alquiler con el que cuenta Cespa hasta que se produzca el traspaso de Ascán «no es compatible con todos los tipos de contenedor», apunta el presidente del comité de empresa, José Ramón Hoz. «Los hay de diferentes tamaños y los vehículos que usamos ahora no se adaptan a todas las capacidades. De todos modos, están llegando más», explica. También recibirán camiones con carga trasera que permitirán realizar recogida manual.

Hoz considera que la situación se normalizará cuando la anterior concesionaria traspase toda la maquinaria, ya que ahora tienen menos vehículos y no están totalmente adaptados al servicio. Además, durante el fin de semana, algunos camiones se averiaron y la recogida no pudo desarrollarse con normalidad. «Estamos pendientes de reunirnos con el Ayuntamiento para analizar el arranque de la nueva empresa».

Las rutas que siguen los trabajadores para limpiar la ciudad son las mismas que antes del traspaso del servicio. Es decir, abarcan «todo Santander». Y aunque al principio no podían acceder a los contenedores soterrados, Ascán devolvió los mandos a finales de la semana pasada, por lo que pudieron vaciarse durante el fin de semana. También se han repuesto parte de los contenedores que retiró la anterior concesionaria y recibirán este martes 40 más. Aún así, sigue siendo habitual ver cubos rodeados de desperdicios en zonas céntricas como Santa Lucía, en El Sardinero y en barrios de la periferia. En las calles Vargas y San Fernando, además, se acumulan miles de hojas que caen de los plátanos de la Alameda de Oviedo. Algo similar a lo que ocurrió hace varias semanas en El Sardinero y que provocó fuertes inundaciones al colapsarse los imbornales.

Desde los diferentes barrios de la ciudad, los vecinos detectan deficiencias en el servicio pero también aprecian «ligeras mejorías» y están dispuestos a dar «una oportunidad» a Cespa. «Es pronto para apreciar cambios, pero ya por lo menos volvemos a ver barrenderos por la calle, que había meses que no aparecían», relata el presidente de la asociación de vecinos de Cueto, Santiago Sierra. «Hay cubos rotos, han retirado otros que hay que reponer... Entendemos que eso no es culpa de la nueva empresa y que terminará por resolverse».

En Castilla-Hermida «no se ve todavía mucha mejora», pero el presidente de la asociación de vecinos de Los Arenales, Juanjo de la Torre, cree que es «pronto» para valorar el cambio. «Aquí también hemos visto barrenderos después de mucho tiempo». En la zona de la bajada de La Encina y Fernando Los Ríos, el presidente de la asociación, Emilio Pérez, reconoce que está «sorprendido» por el descenso de la basura acumulada. «Aquí sí lo hemos notado, también es cierto que la gente del barrio está concienciada en hacer todo lo que está en nuestras manos por mantener limpias las calles y no tirar desperdicios al suelo».