37 rayas onduladas, a salvo en el Marítimo

El Museo Marítimo del Cantábrico (MMC) ha recibido 37 rayas onduladas, una especie en peligro de extinción. Ahora mismo están sometidas a un proceso de cuarentena y vigilancia sanitaria constante, pero cuando estén listas se integrarán en la exposición. Además, a finales de mes, «una vez que estén completamente aclimatadas», se soltará una veintena de ellas en el mar Cantábrico «para empujar su escasa población», según explica Gerardo Castrillo, director del MMC. Las restantes pasarán al tanque principal del centro, donde se podrán visitar, desde la última semana de este mes, de martes a domingo entre las 10.00 y las 18.00 horas.

Las rayas llegaron el pasado 8 de marzo al museo y se encuentran «perfectamente», según afirma Castrillo. Por eso prevé que dentro de pocos días estén preparadas para ser reubicadas. Pertenecían al Oceanográfico de Valencia, que se encargó de transportarlas hasta Santander en unos camiones especiales con todas las medidas necesarias. Allí, en el museo levantino, tenían excedente de esta especie denominada 'raja undulata' y se lo ofrecieron a otras instituciones, a lo que atendió la entidad cántabra.

«Los primeros días tras el viaje, lógicamente, les costaba comer pero ya se alimentan correctamente», explica Gerardo Carranza, otro de los encargados de su cuidado. Cuando éste mete el dedo en uno de los tanques que las acogen, una de ellas se acerca: «Viene por si soy comida», interpreta riendo. «Parte del objetivo de este proceso es que sean independientes para que se integren correctamente más tarde», aclara.

La raya ondulada se trata de una especie en peligro de extinción, según la califica la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza. Por ello, la quincena de ejemplares que mantendrá el Museo Marítimo tras la suelta se dedicará a un proyecto de cría. En el medio salvaje, las rayas se han visto amenazadas ya que son un animal que tiene dificultades para reproducirse y que además ha sufrido capturas para el consumo humano. Hasta ahora, el centro cántabro tenía únicamente dos ejemplares de esta especie con una hembra de edad avanzada, por lo que ahora se avivará su población también dentro de la exposición.

La colaboración entre el Marítimo y el Oceanográfico de Valencia ha permitido esta acción conservacionista que se ha adoptado tras valorar las ventajas del traslado y el punto de integración, dado que, entre otras razones, todos los huevos procedían de animales procedentes del mar Cantábrico, y son, por tanto, genéticamente grupales con las poblaciones locales.

Estas rayas se han criado satisfactoriamente en las instalaciones valencianas, el acuario más grande de Europa, donde se llevan a cabo proyectos de investigación y conservación. Los ejemplares tienen en este momento pesos que oscilan entre los 400 gramos y los dos kilos, con una longitud de disco que va de 40 a 60 centímetros.

De bajo interés comercial, tiene el rostro corto con unas líneas oscuras onduladas sobre el dorso de las aletas festoneadas -tiene ondas en sus bordes- de pequeños puntos blancos, y salpicada por otras manchas redondeadas más oscuras. Por la parte inferior, donde se encuentra la boca y las aberturas branquiales, esta raya es blanca anacarada. Se diferencia también de otras rayas por los escudetes o 'pinchos' que tienen sobre la superficie dorsal de las aletas y del tronco caudal. Habita sobre fondos blandos desde cerca de la costa hasta el borde de la plataforma continental, en el noreste del Océano Atlántico, desde el suroeste de Irlanda y el sur de Inglaterra hasta la costa oeste de África, estando presente también en aguas pertenecientes al mar Mediterráneo.

Las rayas son un grupo importante en el sistema ecológico marino ya que se encuentran cerca de la cúspide de la pirámide trófica, lo que las convierte en depredadoras sobre otras especies.

• Temas
• Centro Oceanográfico
• Museo Marítimo del Cantábrico
• Valencia (ciudad)
• Santander