Recala en Santander el último ferri con pasajeros hasta que acabe el confinamiento

A Úrsula Álvarez el estallido del estado de alarma en España le pilló de erasmus en Inglaterra, concretamente «haciendo prácticas». Allí la situación es «tranquila», dice, pero hace unos días le cancelaron la universidad y decidió volverse. La joven, soriana de 23 años, contaba que el ferri fue la única forma que encontró de llegar a España. «No había otra manera de volver a casa». Primero cogió un vuelo a Madrid, pero lo anularon. Y ha vivido estos días con «incertidumbre» porque no sabía si podría o no regresar. A la salida le esperaba su madre para llevarle en coche. Las dos, con el miedo de que les sorprenda un control en la carretera. Incluso miraron la posibilidad de «hacer noche en la ciudad y coger un transporte público», explicaban. Pero está todo cerrado.

Otro tanto le ocurrió a Diego, de Segovia, quien apenas llevaba veinte días de erasmus en Inglaterra cuando le cancelaron las prácticas. Mientras guardaba las maletas decía que estos días han sido de «mucha incertidumbre», la misma que su compañera de viaje. De lo que ocurría en España se ha enterado, como la mayoría, a través de los medios de comunicación. Su padre, Javier, explicaba que todo el viaje a Santander lo hizo con «miedo a que me parasen». Ahora todos se van a casa a pasar lo que dure esta crisis sanitaria.