Secciones
Servicios
Destacamos
Nuevos espacios generados por la reforma, zonas más diáfanas y la recuperación de los lucernarios de la cubierta, junto a nuevos ventanales, son algunos de los elementos más llamativos que asoman en el tramo final de las obras del MAS, Museo de Arte Moderno y ... Contemporáneo de Santander y Cantabria. Casi seis años después del incendio que arrasó en noviembre de 2017 con buena parte de sus instalaciones, se afronta la recta final de la rehabilitación del histórico inmueble de la calle Rubio, sede del antiguo Museo de Bellas Artes. Desde los responsables de la obra y del Ayuntamiento ya se ponen fechas al proyecto: entre finales de septiembre y octubre los trabajos estarán concluidos a falta de remates y detalles de obligada elaboración como final de obra. A partir de ahí el edificio quedará sometido a la fase museística y a la aplicación del diseño museológico que deberá abordar la concejalía de Cultura. Aquí se estima otro plazo: la apertura al público se sitúa a finales de año o inicios de 2024. Como se recordará, desde la primavera de 2018 los fondos del Museo se encuentran depositados temporalmente en el Casyc de la Fundación Caja Cantabria. Ambas entidades, la bancaria y la municipal abordan conjuntamente la coproducción de proyectos expositivos y otras iniciativas que han permitido mantener el vínculo público del museo. Actualmente los trabajos del proyecto de ejecución de restauración de la sede del Museo de Arte se encuentran en su fase final con todos los trabajos referentes a los capítulos de cimentación, estructura y cubierta finalizados. En lo que se refiere al exterior, ya se está abordando el tramo final de la restauración de la fachada, con los correspondientes remates de carpintería de madera y limpieza de la piedra. Un dato que revela esta marcha definitiva del proyecto estriba en que en las próximas semanas se procederá al desmontaje de los andamios y quedará la fachada al descubierto.
En el interior, concluyen estos días los trabajos de tabiquerías de pladur y falsos techos, al igual que todas las instalaciones que se compaginan con las tabiquerías.
En las próximas semanas comenzarán las fases de acabados, caso de las pinturas de techos y paredes, alicatados y solados en cuartos húmedos y colocación de carpinterías interiores, y finalizará la obra con «los solados definitivos, restauración de escalera y pruebas de servicio de las instalaciones». El proyecto de restauración supone una inversión de 3,05 millones y cuenta con una financiación de la UE de 0,79 millones de euros. Las obras, que se adjudicaron a Copsesa en otoño de 2021, pretenden una 'conservación activa' del inmueble, dado que se busca compatibilizar los valores arquitectónicos, culturales e históricos del edificio sin perder por ello la función, útil a la sociedad, de museo. Además de «recobrar los valores que se han ido perdiendo o diluyendo con el paso del tiempo por acción humana, por ambiente o por el propio devenir cultural».
La rehabilitación se puso en marcha en enero de 2022 con un plazo de ejecución de 18 meses. Además de generar nuevos espacios, por ejemplos salas que se destinarán a programación del museo, instalaciones o audiovisuales, la reforma está suponiendo un protagonismo mayor del edificio hacia la calle Rubio a través de varios ventanales. Asimismo, destaca la reconstrucción de la escalera ubicada al norte del edificio, que servía antiguamente como escalinata única y exclusivamente de evacuación.
En el espacio bajocubierta se han rehabilitado las cerchas de hormigón. Uno de los elementos más atractivos de cara al nuevo rostro del MAS radica en la reapertura de los lucernarios. Ambos elementos son originales de la obra de Rucabado, aunque estuvieron al límite del colapso con el incendio. Todo el sistema de cubierta se ha rehabilitado al completo, incluyendo la perfilería de los lucernarios y se ha impermeabilizado y aislado la cubierta, además de instalar la teja cerámica. Y destacan la instalación de ascensor y montacargas, que se ubica en el antiguo patio interior, entre el museo y el edificio colindante; la posición y dimensión original de las dobles alturas que conectan las plantas primera y segunda, así como el carácter de monumentalidad del atrio de acceso desde la calle Rubio, del espacio de la escalera principal y de las propias salas de exposiciones hasta los tragaluces o lucernarios.
Las adaptaciones se han centrado en estos aspectos, en el ocultamiento de los nuevos usos de servicio, caso del ascensor, aseos (ubicados en planta baja y tercera planta) e instalaciones, entre otros espacios, «liberando las salas y lugares originales para su resignificación y mejora del edificio en su uso como museo». El suelo, que se instalará en el tramo final, será de hormigón pulido en la planta baja y de madera en el resto. La distribución de las salas de exposiciones resalta la labor de recuperación del eje de «simetría original» del museo, desde la escalera monumental hasta la fachada en contacto con la biblioteca, poniendo en valor su uso como museo, precisamente «la razón principal» de la declaración BIC de este edificio en 1962. Lo que la obra de rehabilitación va a permitir consolidar definitivamente es «el uso museístico en un edificio que, originalmente, no fue concebido para ello sino para biblioteca».
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Fallece un hombre tras caer al río con su tractor en un pueblo de Segovia
El Norte de Castilla
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.