
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Grietas, fachadas parcialmente sin revocar, ventanas rotas, humedades, zonas parcheadas con maderas y cartones, tuberías al descubierto, agujeros y desconchados, roturas... Lo que prometía ser ... una ansiada reivindicación de un lugar patrimonial de excelencia a nivel nacional, se ha convertido en un culebrón donde se suceden aplazamientos, paralizaciones y burocracia en una sucesión de negligencias y de falta de firmeza para acometer un proyecto que se remonta a la pasada década: la rehabilitación integral del inmueble que alberga en Santander la Biblioteca de Menéndez Pelayo, una de las grandes joyas del patrimonio cultural.
El último episodio, anticipado por El Diario Montañés, ha sido la decisión de la empresa Trycsa, adjudicataria de la reforma del histórico edificio, de no continuar con las obras, tal como comunicó al Ministerio de Vivienda, que financia el proyecto. El abandono no es más que la consecuencia de una rehabilitación enquistada. Las obras permanecen paralizadas desde hace más de ocho meses, a lo que hay sumar otros dos parones anteriores que han envuelto el proceso de reforma. El primer resultado ha sido comprobar el lamentable estado del inmueble anexo a la sede del antiguo Museo de Bellas Artes, hoy MAS, que tras su propia rehabilitación abrirá sus puertas en mayo. El contraste de ambos inmuebles ubicados en el corazón de La Florida, el barrio destinado a convertirse en un centro neurálgico de la cultura, es ahora revelador, teniendo en cuenta que en principio eran dos rehabilitaciones que deberían haber avanzado en paralelo en sus respectivas obras.
Tras la retirada del complejo de andamios, material de obra y mallas de la citada empresa, ahora se ha hecho visible el notorio deterioro de las instalaciones sometidas a unos trabajos, iniciados en 2021, que han discurrido sin continuidad y entre la incertidumbre. El acceso al interior del edificio de la Biblioteca del polígrafo no está permitido, pero se deduce que el paso del tiempo ha dejado huella en las instalaciones, vacías desde que se consumara el traslado de los volúmenes del erudito al Archivo Histórico. Los santanderinos, a su paso esta semana por las calles Rubio y Gravina en el entorno del inmueble, han visibilizado los desperfectos y daños de una reforma a la que ya nadie se atreve a poner fecha de conclusión. Lo cierto es que el Ministerio deberá licitar de nuevo las obras una vez esté aprobado el proyecto adaptado.
Han transcurrido cuatro años desde que estas obras formaron parte de un protocolo que contemplaba la rehabilitación del edificio, la restauración de las fachadas, así como el cerramiento exterior, vidrieras y jardín. El proyecto, cuyo presupuesto se fijó en 1.250.691 euros y un plazo de ejecución de diez meses, finalmente se puso en marcha en otoño de 2021 y el plazo pasó a ser de dieciséis meses. Por lo que a comienzos del año pasado la intervención debería haber terminado.
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Ana del Castillo
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