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Tras sufrir significativos retrasos, las obras de rehabilitación de la Biblioteca de Menéndez Pelayo, una de las joyas culturales de Santander y Cantabria, comenzarán este otoño y se prolongarán durante 16 meses, con el objetivo de que el centro pueda volver a ... abrir sus puestas al público en 2023. El proyecto, que cuenta con una inversión de 1,1 millones de euros y que fue aprobado por el Ministerio de Fomento cuando era titular del mismo el exalcalde del Consistorio santanderino Íñigo de la Serna, tiene como objetivo modernizar uno de los grandes referentes de la oferta cultural de la capital cántabra y garantizar su conservación a través de su rehabilitación interior y de las fachadas, del cerramiento exterior, de las vidrieras y del jardín del emblemático espacio, perteneciente en su día al reputado intelectual cántabro. El inicio de las obras y las características principales del proyecto fueron ratificadas ayer en una visita técnica a las instalaciones realizada a petición del Grupo Municipal Socialista, en la que participaron tanto el concejal de Cultura del Ayuntamiento, Javier Ceruti, como el portavoz de dicho grupo, Daniel Fernández, y la portavoz adjunta del mismo, Ana Santurtún.
La rehabilitación de la biblioteca se enmarca en una serie de actuaciones e iniciativas encaminadas a potenciar uno de los grandes espacios culturales de Santander, que paradójicamente es también uno de los menos conocidos y utilizados por sus ciudadanos. Una circunstancia que responde a las históricas carencias que ha sufrido en las últimas décadas, y en las que el Consistorio lleva trabajando en los últimos años con el fin de subsanarlas. Entre otras propuestas destacan, además del ambicioso proyecto de rehabilitación financiado por el Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana (Mitma) –incluido en el 'Plan integral de la conservación-restauración de la Biblioteca santanderina, en colaboración con el Instituto del Patrimonio Cultural de España del Ministerio de Cultura', cuyo plazo inicial estaba fijado para los años 2015-2017–, la firma de un acuerdo en agosto de 2019 entre el consistorio y el Gobierno regional para relanzar el espacio histórico, bibliográfico y cultural, la publicación de una web divulgativa de sus fondos y actividades, o el concurso para definir a un director para el centro.
A lo largo de la visita, que fue guiada por uno de los técnicos de la institución, los participantes recorrieron las distintas zonas del edificio, constatando el avanzado estado del proceso de traslado de sus bienes, de los que ya solo quedan en su interior el mobiliario y enseres de importancia menor. Los cerca de 42.000 títulos que componen los fondos bibliográficos de la institución –entre ellos ejemplares únicos, ediciones especiales y ediciones anotadas de gran valor–, han sido ya trasladados y se custodian en el Archivo Provincial, en el edificio de la Biblioteca Central.
Llamativa era la escena de la gran sala central, una de las principales joyas de la Biblioteca de Menéndez Pelayo, con sus estanterías desnudas dejando entrever paredes marcadas por la suciedad y el mal estado de conservación, o la de las sillas y mesas amontonadas juntos a cajas apiladas sobre el suelo ajedrezado de la sala, listos todos ellos para ser trasladados y permitir con ello el comienzo de la profunda rehabilitación que el conjunto histórico demanda con muda insistencia.
. El proyecto de rehabilitación de la Biblioteca de Menéndez Pelayo se convirtió ayer en un nuevo motivo para el des- encuentro entre el equipo de gobierno del Ayuntamiento de Santander, personificado en este caso por su Concejal de Cultura, Javier Ceruti, del partido Ciudadanos, y el Grupo Municipal Socialista, representado por su portavoz, Daniel Fernández, y la portavoz adjunta del mismo, Ana Santurtún.
En un encuentro con los medios convocado por los representantes socialistas antes de la visita técnica que todos ellos realizaron a la biblioteca, llevada a cabo a raíz de una petición del Grupo Socialista, Daniel Fernández destacó el «compromiso» del Gobierno de España y la colaboración institucional que existe entre las administraciones central y autónómica con el Ayuntamiento de Santander «para incentivar la cultura en la ciudad». Fernández también criticó «la situación del entorno, con el Museo de Arte Moderno y Contemporáneo de Santander y Cantabria (MAS) cerrado desde el incendio de 2017 y las obras de la Biblioteca Municipal paralizadas», y puso en valor el «compromiso» de los gobiernos de España y de Cantabria con iniciativas como la nueva sede del Mupac, la Colección Enaire en Gamazo o el proyecto de la sede asociada del Reina Sofía para el Archivo Lafuente en el edificio del Banco de España, que cuenta con la colaboración del Ministerio de Cultura. Con esos argumentos, el portavoz socialist afirmó que «el Gobierno de Cantabria y el Gobierno de la Nación son los que están de alguna manera incentivando toda la obra cultural del Ayuntamiento de Santander». «Son realmente los que están apostando por la cultura en nuestra ciudad», añadió.
Las declaraciones de Fernández motivaron que posteriormente Javier Ceruti valorase como «una gran noticia» el hecho de que «la oposición se interese por los proyectos culturales de la ciudad, en especial en este que ejecutará el Ministerio de Transportes». Asimismo, el concejal destacó «la actitud del actual ministro de Cultura, «que ha mostrado su predisposición a impulsar la digitalización de fondos de esta biblioteca, que es un auténtico tesoro y en el que creo que todas las administraciones debemos caminar de la mano». En esa línea, y respondiendo a las declaraciones realizadas por los representantes socialistas en su comparecencia, en las que destacaron el papel de su partido en los grandes proyectos culturales de la capital cántabra, el concejal se mostró sorprendido, entre otros aspectos, porque «desde el PSOE se destaque la colaboración de administraciones mencionando también al Reina Sofía, cuando precisamente es un proyecto en el que por desgracia no está el Gobierno de Cantabria». El edil puso en valor el ejemplo dado por todos los partidos con el Plan de Choque, «en el que no ha habido personalismos y todos los grupos políticos han aportado, y que está suponiendo un balón de oxígeno para el tejido cultural santanderino».
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