Los Reyes Magos también llevan regalos y sonrisas a Valdecilla

Dicen que los Reyes Magos siempre vienen y que pasan por todas las casas en la noche del 5 al 6 de diciembre. Pero no sólo eso, Melchor, Gaspar y Baltasar tampoco dejan de pasar por los hospitales, donde también hay tanto niños como adultos esperando a que no se olviden de ellos. Y claro que se acuerdan de todo el mundo. En concreto en Valdecilla son los voluntarios de la asociación Buscando Sonrisas los que ejercen de pajes reales y los que se encargan de acercarles su detalle.

«Esto se lo hemos pedido nosotros a los Reyes Magos y nos lo han dado para que te lo entreguemos» es la explicación que los voluntarios de Buscando Sonrisas (en su mayoría muy jóvenes) dan a los niños al entrar en sus habitaciones. En total desembarcaron esta mañana con un saco con más de 120 regalos, sobre todo juegos de mesa, pinturas, libros, muñecos... Todo adaptado a la edad de la persona que va a recibir el presente.

Los voluntarios esta mañana a su paso por Valdecilla recorrieron casi todos los rincones del hospital. No sólo los 26 menores que están en planta recibieron su regalo, también lo hicieron los que se encontraban este lunes en urgencias, los que están por estancia corta y los que se encuentran en la UCI pediátrica. Y no sólo ellos, los adultos que están ingresados por larga duración y no reciben tantas visitas también tuvieron su envío especial por parte de Melchor, Gaspar y Baltasar. Los mayores sobre todo recibieron gafas o paraguas. «Porque como son magos saben que el día que salgas va a llover», decían a los que se llevaban el paraguas, mientras que los otros recibían gafas era porque «cuando salgas va a hacer sol».

Así, envueltos en un papel de sonrisas y ambiente alegre, los voluntarios acompañados por la mascota de la asociación hicieron entrega de los regalos durante toda la mañana. Y no es la única vez que pasan por las instalaciones del hospital, también el pasado día 24 de diciembre los jóvenes acudieron para cantar villancicos y también con regalos, esa vez de Papá Noel, o de quien fuera. Porque lo importante de un regalo más que el remitente es la intención, que en este caso es el de levantar sonrisas.

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