La rotunda victoria del PP en Santander limita la influencia municipal de un Vox crecido

Quizás el llamamiento de la regidora al voto útil, frente a la alternativa del Gobierno Frankenstein sobre el que tanto advirtió –y que resultaba creíble por esa sensación de 'todos contra una' de la campaña–, pudo restar votos a la formación, que en cualquier caso supera con éxito rotundo el trance electoral.

Lo que parece que no ha pasado factura a Vox en Santander ha sido la abrupta salida de su único edil durante la legislatura que ahora termina, Guillermo Pérez-Cosío, que abandonó la formación después de que se prescindiera de él en las listas confeccionadas desde Madrid.

En su lugar, el núcleo de decisión del partido de Santiago Abascal optó por colocar al frente de la candidatura municipal a Emilio del Valle, menos conocido entre el electorado de la capital, que deja su escaño en el Congreso de los Diputados y lo cambia por un asiento en la Corporación santanderina. Junto a él, entran sus compañeros Laura Velasco y Ángel Madariaga.

Sin duda, lo ideal para Vox habría sido un triunfo más justo de Gema Igual, que la hubiese obligado a contar con sus concejales para regir los destinos del Ayuntamiento. En vez de eso, el PP disfruta ahora de una mayoría absoluta que no solo le permitirá gobernar en solitario, sino manejar a su antojo la maquinaria municipal, sin necesidad de llegar a acuerdos para poder sacar sus planes adelante. Días antes de que los ciudadanos fuesen convocados a las urnas, Emilio del Valle ya había adelantado su buena disposición para colaborar con la alcaldesa para frenar las políticas de izquierda.

Habrá que esperar, no obstante, al resultado de los contactos y negociaciones que a diferentes niveles mantengan Partido Popular y Vox para comprobar si algún tipo de acuerdo permite a Del Valle y los suyos participar de una forma más activa en las decisiones del Ayuntamiento santanderino.