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El ruedo de Cuatro Caminos ya luce la arena llegada desde una cantera de Dueñas
La tierra palentina es de canto rodado, tiene una granulometría 0-4 y hasta Santander se transportarán 350 toneladas de material
Para los que han visitado la plaza de Cuatro Caminos por estas fechas en años anteriores, la escena actual no difiere mucho de la que ya conocen. Buzos blancos por gradas y barandillas pintando, podando, rematando los trabajos necesarios para que el coso luzca bonito en sus días más importantes. Sin embargo, el ruido de una excavadora modifica el mayo habitual en la calle Montevideo... y el color. Y es que la plaza de toros de Santander vive tiempos de cambios y el más importante es la nueva arena que ya puebla gran parte del ruedo del recinto.
Elegida la tierra sagrada, esa que, a partir del 19 de julio, pisarán Morante de la Puebla, Juan Ortega, Roca Rey o los legendarios toros de Miura y Victorino Martín, el pasado viernes la empresa Senor comenzó los trabajos para extender la arena por los 51 metros de diámetro que tiene la plaza. Arena palentina llegada de la localidad de Dueñas, desde la empresa Áridos Antolín. «Es arena de canto rodado, de los que hay en las riberas de los ríos. Nosotros primero lavamos los cantos y, posteriormente, los machacamos con un molino para extraer la arena, Un 25-30% de cada canto se convierte en esa tierra», aclara Francisco Javier Antolín, gerente de la compañía castellana.
Del mismo material que el ruedo de la plaza de toros de Las Ventas, Antolín añade que desde Cantabria usan mucho este material, «sobre todo para las carreteras», y que «la granulometría para Cuatro Caminos es de 0-4, es decir, cada grano tiene entre cero y cuatro milímetros, y se van a enviar unas 350 toneladas, doce camiones. Es una arena similar a la de playa, pero con una mejor abrasión». La muestra enviada por Áridos Antolín resultó la elegida de entre las varias llegadas hasta Santander procedentes de otras canteras palentinas, de Burgos y de Vizcaya, desde donde se probó la misma arena de la plaza de Bilbao. «Es una tierra que tiene buen drenaje y que no resbala nada», confirma el gerente.
Las dimensiones del acceso al ruedo por el patio de cuadrillas obligan a introducir el material poco a poco. A medida que los camiones llegan al coso, la excavadora lo extiende por el piso, una primera tarea que dará paso a la medida exacta de altura (ya están colocadas las cuerdas en el suelo) a la que se situará el firme. Si todo discurre según las previsiones, para finales de esta semana o inicios de la próxima toda la tierra podría estar ya colocada sobre la tela que recubre el nuevo drenaje del ruedo.
Una obra necesaria, que arrancó el pasado mes de octubre y que va a cambiar la cara de un recinto como el de Cuatro Caminos que este año cumple 135 años desde que fuera inaugurado el día de Santiago de 1890 por Cara Ancha y Mazzantini con toros del Conde de la Patilla.
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