Ruiz de Quevedo por fin tiene una calle digna en Peñacastillo

Ruiz de Quevedo fue un periodista y escritor nacido en Pesquera que acabó haciendo carrera en Madrid, donde formó parte de la célebre Institución Libre de Enseñanza, presidió el Círculo Filosófico de la capital española y prestó su pluma a distintos periódicos del siglo XIX, el que le vio vivir, ya que falleció en 1898 a la edad de 81 años. Si hoy levantara la cabeza, vería su nombre en una calle de Peñacastillo en la que algunos edificios han quedado a medio hacer, pero muy necesaria, según las vecindades de la zona para aligerar el tráfico entre un puñado de barrios que han crecido mucho en población en los últimos años.

Aún hace falta abrir en ese área otra carretera, tal como van a pedir en el próximo pleno todos los partidos con representación en el Ayuntamiento de Santander salvo el PP. Pero Gema Igual, que ha recorrido este viernes la nueva calle ha anunciado que ya se está trabajando en la conexión de este vial con la avenida Eduardo García del Río, una actuación demandada por los vecinos del barrio y que permitirá todavía una mayor fluidez del tráfico, así como un itinerario peatonal, evitando de esta manera el rodeo a través del enlace de El Empalme.

Manuel Ruiz de Quevedo se encontraba urbanizada únicamente en una parte del trazado -de unos 180 metros de longitud-: el resto era un camino de tierra sin aceras, drenaje y firme. Ahora luce nueva desde la rotonda de la calle Ángel Medina hasta la calle San Martín del Pino, donde se ha construido una nueva rotonda. El vial cuenta con dos carriles de 3,20 metros de anchura, aparcamiento en batería en el lado norte y en línea en el lado sur. Se ha conectado con la calle Alcalde Macario Rivero y se ha aprovechado el muro de escollera construido en la fase anterior, en las proximidades de la conexión con la calle San Martín del Pino.

Las aceras tienen 1,8 metros para cumplir la ley de accesibilidad, están pavimentadas con baldosa hidráulica de dos colores y baldosas táctiles y de botones para personas con discapacidad visual y se han aprovechado estas obras para añadir espacios ajardinados a la zona, con plantas tapizantes y nuevo arbolado. Las áreas verdes cuentan con riego automático por goteo conectado con la red de abastecimiento y también hay nuevas barandillas, bancos y papeleras, siete nuevas farolas de 12 metros de altura y otra más de tres luminarias en la nueva rotonda, según ha explicado el concejal de Fomento César Díaz en un comunicado.