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En la montaña rusa que el coronavirus ha supuesto para la programación del aeropuerto, ayer se vivió una bajada vertiginosa. Los que por la tarde intentaron buscar vuelos en la página de Ryanair vieron como, de un plumazo, desaparecían las conexiones de Bérgamo (Milán), Bolonia, ... Marrakech, Dublín y Edimburgo. Unido a la retirada ya anunciada de Roma –y a alguna más que puede producirse en las próximas horas–, la presencia en Cantabria de la compañía irlandesa (la que más rutas tiene) estará este invierno bajo mínimos.
No es algo exclusivo del Seve. La pandemia ha vaciado los aviones y Ryanair llevaba días reprogramando en muchos aeropuertos. El invierno dejará heladas las pantallas de llegadas y salidas. No hay viajeros y, con ello, desaparecen las rutas. Primero fue Roma y ayer, otros cinco destinos. La página web de la compañía fue, a media tarde, un pequeño caos. Este periódico confirmó finalmente que las conexiones no estarán disponibles. Sí se mantienen por ahora los vuelos a Londres (dos a la semana, menos que antes), Barcelona o Valencia. Y también aparecen a la venta billetes para Bruselas o Málaga, aunque su continuidad está también en duda.
De este modo, las salidas internacionales desde Cantabria quedan reducidas a la mínima expresión. Más allá de Ryanair, sólo aparece Bucarest operada por Wizz Air en la oferta y, en todo caso, con billetes a la venta no antes de diciembre.
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