La sala de fiestas de Nueva Montaña abrirá como discoteca y espacio para conciertos

El local de Nueva Montaña donde se ubicará Kaya tiene tres plantas -que suman más de 2.000 metros cuadrados- y capacidad para 1.511 personas -así lo especifica a la solicitud de licencia-. Otro de los detalles que recoge este expediente es que el local ofrecerá servicios tanto de discoteca como de sala de conciertos. Es decir, los eventos musicales consistirán «en la interpretación de piezas musicales de muy diversa índole con o sin instrumentos musicales en función de quien interprete las piezas: solistas, coros, orquestas, bandas, etc», se puede leer en el informe. Respecto a la discoteca, el expediente recoge que «consistirá en la retransmisión de piezas musicales de muy diversa índole». Por último, también se menciona que hay tres barras proyectadas en las diferentes plantas del edificio.

La polémica por la apertura de esta discoteca se remonta hasta 2022. Entonces, los promotores del proyecto, Diego y Nacho Álvarez, decidieron empezar la obra sin contar con la licencia necesaria, por lo que la Policía Local de Santander lo denunció y el Ayuntamiento paralizó los trabajos. Los vecinos de la zona se opusieron desde el primer momento a que el plan siguiera adelante. En esa misma época, en medio de las críticas que generó su forma de proceder, los empresarios explicaron que la sala estaría «preparada para albergar todo tipo de eventos» y que contará «con una programación musical constante y de carácter semanal en la que se darán cita grandes artistas nacionales e internacionales».

Tampoco encajó la idea entre la comunidad educativa del colegio Nueva Montaña, ubicado justo enfrente, que temía que esta situación les trajera «problemas». De hecho, el expediente también se refiere a este aspecto y figura que la distancia mínima que mantiene la sala con «el edificio de uso docente más cercano» es de 62,24 metros y la distancia mínima con «el edificio de uso residencial más cercano» es de 107 metros.

La apertura de este negocio, sumada a la petición de una empresa de instalar una nueva gasolinera en Nueva Montaña -la quinta en la zona- preocupó aún más a los vecinos, que criticaron el «enfoque que se da al modelo de crecimiento del entorno», comentaron desde la Asociación de Vecinos del barrio.

Sin embargo, los promotores de Kaya, que nació hace más de diez años, ven en Santander «una buena oportunidad empresarial» tras realizar un estudio de mercado. De hecho, se decantaron por la capital cántabra para iniciar un crecimiento que tienen planteado de cara al futuro. «Queremos tener, en quince años, ocho salas de más de 1.000 personas a pleno rendimiento por toda la geografía española».