«Salir a por bonitos y volver a la primera picada no es rentable»

En palabras de un representante de Ceacna, Carlos Aliño, la nueva regulación de la pesca recreativa «es un ataque injustificado, que mengua la afición a esta actividad y afecta negativamente a la industria de alrededor, como los astilleros de embarcaciones recreativas y los negocios de distribución de material de pesca, que se ven obligados al cierre».

Por eso, la confederación a la que están adscritos 230 clubs náuticos de toda España prepara las alegaciones encaminadas a que esta ley «no sea tan restrictiva en las limitaciones de las cuotas de pesca y en las prohibiciones de material a bordo».

En este sentido, de ser aprobado el nuevo texto, se reducirían las capturas del bonito patudo, el que más se pesca en el Cantábrico, que pasarían de 20 por día y barco, a un máximo de 12 por día y barco. Los pescadores recreativos señalan que se pretende reducir de cinco besugos diarios por licencia a uno anual, y de cinco atunes blancos por licencia y día, a tres.

«Salir a por bonitos se hace muy temprano, te desplazas 40 millas para echar la caña. Si con la primera picada (seis de golpe) te tienes que volver a casa, la actividad dejaría de ser rentable solo por lo que supone el gasto en gasoil y la preparación del barco», explicó Aliño.

Otra de las restricciones que la confederación considera «injustificadas» es la prohibición de carrete eléctrico a bordo, «material indispensable para practicar la pesca de gran fondo en la que se requiere subir una pieza desde 200 metros de profundidad», continuó Aliño, quien añadió que «la limitación en la pesca de besugo en el Cantábrico a una pieza por licencia y salida al año es un insulto y sinónimo de prohibir su pesca en España, pero sin decirlo», opinó Aliño.

El Ministerio de Agricultura y Pesca justifica en su web que la regulación sobre esta materia se debe a que «es una actividad que ha experimentado un gran auge en los últimos años» y es necesario «un desarrollo sostenible, compatibilizando los beneficios tanto económicos como de ocio». Pero los aficionados en Cantabria protestan ante estos cambios. El pasado sábado, 80 embarcaciones se congregaron en la bahía de Santander tocando sus bocinas en contra del borrador de ley y lo volverán a hacer los próximos sábados de mayo.

Las limitaciones que acarrea el texto podría excluir la lubina y el mero de los concursos de pesca submarina -solo podría capturarse un ejemplar al día con caña desde embarcación-, además de ser obligatorio el registro de embarcaciones que busquen estas especies, así como la declaración de las capturas durante los siete días siguientes, comunicándoselas a las comunidades autónomas.

Además, se tendría que realizar el marcaje de todas las capturas inmediatamente tras su pesca, con un corte en la aleta caudal, o de una de las alas si son calamares. «No podemos permitir este recorte en nuestros derechos, somos pescadores recreativos, no criminales», explicaron algunos aficionados.