Santander adjudica las obras del MAS a Copsesa con una oferta a la baja del 40%

No es la primera vez que Copsesa se lleva algún contrato del Ayuntamiento por un precio bastante inferior al marcado inicialmente. Esta misma empresa, por ejemplo, renovó también la Plaza de Italia, en el Sardinero, con una oferta a la baja del 42%, algo que fue duramente criticado por la oposición. Copsesa también forma parte de la UTE que ganó el concurso del servicio de Parques y Jardines en 2018 y que quedó paralizado, entre otras cosas, porque los pliegos albergaban «datos erróneos respecto al número y categorías del personal».

Tras la adjudicación de la rehabilitación del MAS, el proyecto se tendrá que realizar ahora con el 60% del presupuesto inicialmente marcado. Este proyecto, elaborado desde el Servicio de Arquitectura del Ayuntamiento, tiene el objetivo de recuperar la obra de uno de los más destacados arquitectos regionales, Leonardo Rucabado, crear un museo con vocación de permanencia capaz de competir con los más modernos y compaginar su actividad con equipamientos culturales de gran relevancia como el Centro Botín, el Espacio Pereda o la futura sede asociada al Reina Sofía-Archivo Lafuente.

La rehabilitación del edificio, declarado Bien de Interés Cultural (BIC), permitirá, según recoge el documento de Arquitectura, mejorar su funcionalidad y adaptarlo a la normativa actual de seguridad estructural, utilización, accesibilidad y salubridad. Una de las actuaciones más necesarias para por reforzar la cimentación y someter a una limpieza a la piedra de las fachadas, que sufren la llamada 'enfermedad de la piedra', por lo que se tratarán para recuperar su esplendor dado que con esta actuación se pretende consolidar el inmueble para muchos años frente a esas reformas puntuales que ha sufrido y que han distorsionado su imagen original. La actuación se llevará a cabo sobre una superficie construida de 2.156 metros cuadrados distribuida en planta baja (568), primera (566), segunda (488) y tercera (532).

En la planta baja se ubicarán dos salas de exposiciones, además del vestíbulo, distribuidor, información, control, almacén, cuarto de instalaciones, escaleras y núcleo del ascensor. En la primera, cuatro salas de exposiciones, un almacén, el hall y aseos. En la segunda, otras cuatro salas, almacén, aseos y cuarto de limpieza. Y, en la tercera, otras cuatro salas. Serán 14 espacios expositivos y una terraza de 24 metros cuadrados en la planta tercera. Estará dotado con una estructura igual a la existente.

El plazo de ejecución se eleva a 18 meses, por lo que, si las fases se cumplen, el MAS podrá volver a abrir sus puertas al público a finales del 2022 o principios del 2023. En el camino se han sucedido informes, investigaciones, reclamaciones y litigios, aunque nunca ha llegado a conocerse el origen del siniestro que además de afectar a la mayor parte de espacios y plantas del inmueble afectó a varias obras y piezas y destruyó la biblioteca.

El centro permanece cerrado (nunca se ha permitido el acceso a los medios) desde que se produjo el incendio en noviembre de 2017. Los fondos, más de tres mil obras, se depositaron en la sede de la Fundación Caja Cantabria la primavera de 2018. Desde entonces se han sucedido producciones y muestras conjuntas entre el MAS y la entidad que custodiará la colección del museo hasta su reapertura.

Al lado del museo, la Biblioteca de Menéndez Pelayo también está a la espera de que se agilice la tramitación que permita su rehabilitación. En 2018 se extrajo toda la obra bibliográfica y se trasladó al Archivo Provincial. Durante más de dos años, la 'mudanza' quedó paralizada y a principios de este año se sacó por fin el resto del mobiliario: obras de arte, mesas y sillas. La previsión es que estas obras comiencen también tras el verano y que terminen en un plazo de 16 meses.