Santander albergará en noviembre la mayor exposición filatélica de España

A la Federación Filatélica de Cantabria le toca estos días rematar detalles. Ellos se encargan del evento por delegación de la Federación Española de Sociedades Filatélicas. Acaban de anunciar, por ejemplo, que Correos está buzoneando estos días trípticos de la muestra en 275.992 domicilios.

Habrá dos escenarios, abiertos de miércoles a domingo. La Biblioteca Central y la Plaza Porticada. En el primero estarán los expositores de los coleccionistas. Serán setecientos cuadros y en cada uno de ellos, 16 hojas (tamaño folio) por ambos lados llenas de sellos y material postal. O sea, unas 22.400 hojas. Es enseñar sus tesoros y competir ante un jurado. A esta feria, de hecho, se la conoce como el Campeonato de España. Compiten por categorías. Historia postal, aerofilatelia o literatura filatélica, por ejemplo. Aunque lo más llamativo -por curioso- es el apartado temático. Colecciones de asuntos concretos. En la Biblioteca, además, se centrará un programa de actos vinculado a nuevas publicaciones, reuniones de expertos o conferencias.

Una carpa en la Porticada pondrá el toque cántabro a la cita, que se presenta este año bajo el lema 'Santander, la ciudad del mar mira al sello'. Más allá de los espacios institucionales (Correos, la Fábrica de Moneda y Timbre o los organizadores), allí habrá uno doble para la miel de Liébana y los quesos Bejes-Tresviso. ¿Por qué? Porque a estas denominaciones se les ha dedicado un sello hace apenas un mes. Y esos sellos estarán en la muestra con los 65 emitidos por Correos dedicados a la comunidad autónoma. Es decir, que La Porticada será un catálogo de la historia postal de Cantabria.

La Exfilna, de hecho, será muy 'de aquí' por más cosas. Correos emitirá una serie de productos (sellos, hojas bloque, etiquetas de valor variable, matasellos o pruebas de lujo) con motivos locales. El Palacio de La Magdalena, las Guerras Cántabras, los Raqueros, Juan de Santander o la Grúa de Piedra. Habrá «un matasello general de la exposición que por primera vez será en tinta azul y no negra». Una novedad para la historia porque en la cita de este año se va a hacer algo que no se ha hecho nunca. «En ningún lugar del mundo», apunta Constantino Ruiz, presidente de la Federación Filatélica de Cantabria. «El primer matasellado de un sello bajo del agua y en contacto directo con ella gracias a una tinta especial».

Eso lo van a hacer en el acuario del Museo Marítimo del Cantábrico el día de la inauguración.