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Santander tendrá asegurado el abastecimiento de agua este verano con la transferencia de cinco hectómetros cúbicos del pantano del Ebro que la Confederación Hidrográfica (CHE) autorizará previsiblemente durante el mes de julio. Según explicó el consejero de Obras Públicas, Ordenación del Territorio y Urbanismo, José Luis Gochicoa, no se trata de una medida puntual, sino que se mantendrá en próximos ejercicios.
Gochicoa mantuvo ayer una reunión con la Junta de Gobierno de la CHE, en la que también tomaron parte los representantes de las comunidades autónomas de la cuenca del Ebro, asociaciones de regantes y empresas relacionadas con los aprovechamientos hidroeléctricos, quienes, de forma mayoritaria, apoyaron la transferencia de 4,99 hectómetros cúbicos del embalse del Ebro al Cantábrico. Únicamente el Gobierno de Aragón y algún ayuntamiento de esa comunidad han expresado su disconformidad, «pero sin tan siquiera motivarla más allá del argumento jurídico de su propio estatuto de autonomía», según explicó el consejero.
La autorización de la medida, cuya tramitación se había iniciado en marzo, se ha demorado por el estado de alarma; ahora está pendiente de que el Gobierno aragonés presente su informe, antes de que se elabore el dictamen definitivo, previo la aprobación por parte del Consejo de Ministros, que podría producirse en julio.
Gochicoa añadió que esta transferencia de agua solicitada por Cantabria, sobre la que se centró la reunión de ayer con la CHE, no sería únicamente para este ejercicio, sino «para siempre». No obstante, subrayó que el Gobierno seguirá pidiendo que pueda ser incrementada hasta 26 hectómetros cúbicos, pero «ya no como transferencia, que sería ilegal, sino como bitrasvase».
Según el titular de Obras Públicas, la autorización de la transferencia de cinco hectómetos cúbicos, además de una «necesidad», es «un tema de justicia que venga ese agua a Cantabria», porque «primordialmente es agua cántabra, ya que dos terceras partes del pantano del Ebro están en territorio de la Comunidad Autónoma». «Entendemos que la necesidad de abastecimiento de agua a Santander es prioritaria y urgente y es de justicia que se autorice esa transferencia», insistió.
Añadió que ese suministro de agua del embalse del Ebro a Cantabria ha contado con «la conformidad» de las comunidades autónomas de País Vasco, Navarra, Cataluña y Castilla y León, un respaldo que, a pesar no ser obligatorio, porque «se trata de un trámite de audiencia», refleja que es una «cuestión de justicia».
En su opinión, gracias a ese encuentro se ha dado un «paso intermedio, muy importante, para que el agua pueda llegar lo antes posible, que esperemos que puedan ser en algún momento del mes de julio». Además, recordó que el volumen que se toma de la cuenca es «muy pequeño con respecto a los volúmenes que se manejan en la cuenca del Ebro».
En el Ayuntamiento de Santander, por el contrario, no se muestran tan optimistas y consideran que la situación no cambia de manera significativa tras esta reunión del Gobierno de Cantabria con la Junta de la Confederación Hidrográfica del Ebro.
«¡Ojalá Santander pudiera disponer en julio de agua! Sería una extraordinaria noticia y una gran tranquilidad, pero lamentablemente a tan solo diez días del inicio de mes y a la vista de que aún falta el informe de Aragón, y la posterior aprobación por parte del Consejo de Ministros, no parece factible que pueda estar concluida la totalidad del trámite», manifestó Margarita Rojo, concejala de Medio Ambiente.
«Mantenemos nuestras dudas y nuestra preocupación ante una situación compleja, con tramitación pendiente, que lleva años sin resolverse y que no parece tener una rápida resolución y menos aún tras constatarse las contradicciones que siguen existiendo sobre los plazos que se han anunciado y que, en nuestra opinión, son muy difíciles de cumplir», concluyó.
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