Santander avanza en la semipeatonalización del centro de la ciudad con la calle Bonifaz

El Ayuntamiento avanza de esta manera en la semipeatonalización de Santander para «potenciar la movilidad sostenible, que conlleva dar prioridad al peatón frente al vehículo privado», explicó la Administración local cuando anunció las obras en las calles Francisco de Quevedo, Paz y Vargas. Sin embargo, el de Bonifaz se trata de un plan que no cuenta con la aprobación de los vecinos de la zona, que no saben dónde podrán aparcar entonces. «También pondrán árboles que quitarán la poca luz que llega a los primeros pisos», lamentan los residentes.

Su «descontento» va más allá de las propias características del proyecto. Y es que, según explican, se enteraron «en un bar» de que el Ayuntamiento tenía un plan previsto para esta zona. Y de que ya había mantenido «ocho reuniones» con los hosteleros y «un par de vecinos» de la zona.

Por su parte, el Consistorio explica que «hasta el momento lo que se ha hecho desde el Ayuntamiento son reuniones con vecinos para recoger sugerencias tal y como se hace con el resto de proyectos. Cuando esté terminado y aprobado en Junta de Gobierno Local, se podrá dar cuenta del plan».

Hace un año, cuando uno de los residentes se enteró de la noticia, registró varios escritos en el Consistorio para conocer el «trasfondo» del asunto. «Hasta el quinto, no me contestaron», afirma. Según cuenta, lo que le dijeron entonces fue que «no había nada definido». Por lo tanto, los residentes empezaron a movilizarse hasta conseguir enterarse de algo. Hasta que el pasado julio recibieron información, «muy poca, para callarnos la boca».

También en esa época, Lorena Gutiérrez, que tras las elecciones municipales del 28 de mayo asumió oficialmente la Concejalía de Barrios, organizó «una reunión informal» con vecinos y algunos comerciantes al conocer su preocupación por el proyecto. «Nos enseñaron los planos del plan, pero no la 'chicha'». Esos planos sí que desvelaron que la idea del equipo de gobierno también era plantar árboles a lo largo de todo Bonifaz. «Es una calle muy oscura de por sí y falta iluminación», insisten.

En vista de la situación, prácticamente todos los presidentes de las comunidades de vecinos de la zona mantuvieron una reunión para conocer la opinión «de todos los que formamos parte de esta calle». Para su sorpresa, coincidieron por «unanimidad»: no están de acuerdo con el proyecto que plantea el Consistorio y así se lo harán saber a través de un escrito de forma oficial «para que quede constancia».

«Calmar el tráfico, reducir la accidentalidad y el ruido ambiental, optimizar la calidad del aire y fomentar los desplazamientos sostenibles». Bajo esa premisa, el Ayuntamiento ha ido semipeatonalizando y peatonalizando las calles de Santander a lo largo de los años. Entre las más recientes se encuentra Magallanes y su entorno, cuyas obras concluyeron en el verano de 2020. También está Polio, cuyas aceras y calzadas fueron renovadas y las zonas semipeatonales son de asfalto rojo para diferenciarlo. O Cervantes, que aunque se debatió sobre si cerrarla completamente al tráfico -excepto residentes- o no, finalmente es semipeatonal. Otro caso aún más reciente es el de la calle San Luis. Un ejemplo que, según cuentan los vecinos de Bonifaz, es el que les pusieron en la reunión con el Ayuntamiento el pasado verano.

Por su parte, el portavoz del PSOE en la ciudad, Daniel Fernández, ante las quejas de los vecinos, también solicitó el proyecto al equipo de gobierno, «sin recibir respuesta al respecto».