

Secciones
Servicios
Destacamos
Un millar de personas asistió al izado de la enorme bandera de España que desde este martes vuelve a ondear en Puertochico, un acto que ... se hizo coincidir con la celebración de la Fiesta Nacional y en el que el Ayuntamiento de Santander quiso reconocer la lucha de toda la sociedad contra el covid. A la representación institucional habitual en este tipo de actos –un elenco de autoridades civiles, militares, religiosas, judiciales, políticas, etc., con la llamativa ausencia de todos los miembros del Gobierno regional–, se sumaron en esta ocasión tres ciudadanos de a pie con papeles destacados durante la pandemia: Carmen Fariñas, jefa del servicio de Enfermedades Infecciosas y coordinadora covid-19 de Valdecilla; Olga Quintano, enfermera supervisora de la planta séptima del hospital, donde se ingresaron los casos graves, y Prudencio Castillo, que fue el primer paciente extubado de esa unidad.
En cualquier caso, fue la alcaldesa de la capital, Gema Igual, la gran protagonista de la convocatoria. A ella correspondió la única –y larga– intervención que precedió al ascenso de la enseña rojigualda a lo más alto del mástil.
En su discurso, la regidora subrayó que «esta bandera simboliza nuestro patriotismo sin complejos», una afirmación que podría leerse en clave política sin hacer mucho esfuerzo, pero que Igual justificó por su presencia frecuente y normalizada en cualquier rincón de la ciudad: le daban la razón los balcones engalanados con ella, el público que agitaba banderolas y la lucía en polos, pulseras, mascarillas, y hasta los barquitos amarrados en Puertochico. «Desde esta plaza, junto a nuestra maravillosa bahía, proclamamos a los cuatro vientos el orgullo de Santander por formar parte de la nación española».
Al tratarse también del Día de la Hispanidad, Gema Igual aprovechó para recordar la «grandeza» de España, de su historia, su presente y su futuro, e insistió en que la fiesta que ayer se celebraba constituía «un momento propicio para presumir con la cabeza bien alta de nuestro país y de nuestra condición de ciudadanos españoles».
«Tenemos justificaciones sobradas para este sentimiento de plenitud patriótica. España es un país fantástico, sin paliativos», afirmó, añadiendo que esta festividad «es una excelente oportunidad para renovar nuestro compromiso con España y expresar sin fisuras nuestro apoyo a su unidad como país».
El homenaje a la bandera se hizo extensivo a toda la sociedad por su lucha contra la pandemia, especialmente a los profesionales sanitarios que formaron en esa primera línea contra el covid –«con su esfuerzo y sacrificio sostuvieron el pulso de este país en los momentos más duros»–, pero también a quienes enfermaron y libraron la batalla cara a cara con el virus.
Reconoció igualmente la labor de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, destacando el momento en que la Unidad Militar de Emergencias (UME) se desplegó en la Plaza del Ayuntamiento. «Fue una inyección clave de fuerza y moral y nos ayudó a sentirnos más protegidos», sostuvo.
Ahora, cuando ya parece totalmente superada la crisis sanitaria, llega el momento de rehacerse, según la regidora. «No podemos distraernos en enredos estériles ni debates accesorios», advirtió. «Como urgente terapia de choque, debemos volcarnos en proteger y relanzar nuestra economía, porque ahí nos lo jugamos todo».
«Juntos hemos de remontar desde una estrategia de resurgimiento que atienda en primer lugar el enfoque humanitario de la crisis. Como punto de partida y prioridad moral, hemos de consolar a las familias que han perdido a alguno de sus miembros a causa del virus, y ayudar a cuidar a los enfermos que sufren secuelas».
Precisamente a las víctimas de la pandemia se dirigieron las últimas palabras de la alcaldesa, quien expresó «el tributo más sentido a los que desgraciadamente se quedaron en el camino de esta tormentosa travesía».
Tras el discurso de la regidora se procedió al izado de la bandera mientras sonaba el himno de España a cargo de la Banda Municipal de Música de Santander.
Dos himnos para una sola bandera
Igual hay quien piensa, al leer el título de esta información, que en Puertochico pasó algo parecido a lo de aquella final de la Copa Davis en Australia, en la que en vez del himno de España sonó el de Riego. Pues no: lo que ocurrió es que hicieron falta dos himnos nacionales para que a la bandera le diese tiempo a ascender desde la base hasta el tope del mástil, a 25 metros sobre el suelo. Y no fue por el esfuerzo que exigía el izado, aunque seguro que esa tela gigantesca –son 70 metros cuadrados–, pesará lo suyo. Un problemilla de enganchones, solventado con rapidez por los bomberos allí presentes, fue la causa de que la Banda Municipal tuviera que atacar dos veces la misma pieza, acompañando el primer intento y el definitivo.
Ver fotos
Un día espléndido acompañó la vuelta de la enseña patria a Puertochico, a una rotonda que resultaba desangelada, a pesar de las flores, por lo vacía, acostumbrados como están los ciudadanos a ver algo allí, ya fuera la columna truncada dedicada al falangista Matías Montero de antaño, el árbol de Navidad patriótico del último año o la anterior bandera, que finalmente hubo que sustituir –con palo incluido, con un coste de 67.000 euros–, por su deterioro.
Uno de los principales temas de conversación entre los allí presentes fue la suspensión, a última hora y sin muchas explicaciones, del programado desfile de la Guardia Civil, que seguro que habría atraído mucho más público. Los motivos de seguridad alegados no convencieron a muchos, la verdad, como tampoco se consideró muy necesaria la presencia constante del helicóptero de la Policía Nacional que sobrevoló la zona durante toda la celebración.
La opinión mayoritaria, al menos entre la gente que rodeaba al que esto escribe, era que desde otras Administraciones no se quería contribuir a un mayor lucimiento de la alcaldesa, indiscutible estrella en el acto, que pareció llenar ese hueco en el programa con unos cuantos párrafos más de discurso.
Fuese por esa o por otras razones, el desdoblamiento de la convocatoria obligó a las autoridades a salir casi a la carrera de Puertochico para llegar a tiempo a la de la Comandancia de la Guardia Civil en Campogiro, donde, allí sí, hubo representación del Gobierno regional, en las personas del vicepresidente, Pablo Zuloaga, y la consejera Paula Fernández. El jefe del Ejecutivo, Miguel Ángel Revilla se encontraba en Madrid, asistiendo al desfile de las Fuerzas Armadas.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Noticias seleccionadas
Ana del Castillo
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.