Santander conserva 15 calles con nombres franquistas a pesar de que es ilegal desde 2007

Ambas formaciones –Cs y PP– se han pasado la pelota desde que formaron gobierno en 2019 sobre quién tenía la autoridad para hacer los cambios. Los populares aseguraban que era responsabilidad del área de Cultura y los naranjas afirmaban que era Alcaldía quien debía promoverlo. Ahora, tras numerosas reuniones con diferentes colectivos y vecinos de las calles cuyos nombres están en entredicho, Ceruti y Fernández compartirán con Igual los nombres que barajan, aunque su intención es debatirlo con el resto de grupos municipales en la comisión de Cultura que tendrá lugar a final de mes. Ahora, una vez lo compartan con la alcaldesa, será ella quien decida si lo mete en el orden del día de esa comisión con el objetivo de que el cambio sea efectivo. Hasta entonces, desde Cs no quieren revelar los cambios que proponen para que sean los grupos de la oposición los primeros en conocerlos y valorarlos.

La razón por la que estos cambios no se han producido hasta ahora, aseguran desde el Ayuntamiento, es por los inconvenientes administrativos y las molestias que tendrían que asumir los vecinos. Modificaciones en la dirección de la documentación, en las diferentes facturas... Y la falta de acuerdo que puede surgir en torno a la nueva denominación. Además, una de las calles afectadas, General Dávila, es a su vez la más larga de la ciudad, en torno a tres kilómetros, lo que dificulta aún más el consenso entre sus habitantes.

La falta de cumplimiento de la Ley de Memoria Histórica en Santander no pasa desapercibida en el Ministerio de Justicia, que en 2019 advirtió a la capital cántabra y a otros ocho municipios de la región que debían retirar los símbolos franquistas que aún perduraban en sus calles. En concreto, la normativa establece que los escudos, insignias, placas y otros objetos o menciones conmemorativas de exaltación personal o colectiva del levantamiento militar, de la Guerra Civil y de la represión de la dictadura deben retirarse de los edificios y de los espacios públicos.

A raíz de este aviso, en el Ayuntamiento elaboraron un informe en el que detallaron todos los pasos que ya se habían dado para el cumplimiento de la norma, como el cambio de nombre de la plaza del Ayuntamiento (anteriormente del Generalísimo) y de la plaza de Pombo (antigua plaza de José Antonio) o la retirada de símbolos como el Cañón del Almirante Cervera, que se trasladó al museo de Limpias, y la estatua de Franco, que se quitó aprovechando la remodelación de la plaza del Ayuntamiento y la construcción del aparcamiento subterráneo. Durante esos primeros años también se cambiaron los nombres de varias calles.

No se produjeron nuevos avances hasta 2016 y 2017, con las modificaciones de más vías –como las denominadas ahora La Secada, Las Rederas y Las Ánimas– y la retirada de otros dos monumentos, el dedicado a los Caídos en la IV División de Navarra y a las Legiones Italianas. Según el Ayuntamiento, los cambios no se producen más rápidamente para que las molestias sean graduales y no se perjudique a miles de personas a la vez.

r. En el Ayuntamiento de Santander aún no han recibido la petición del ejército italiano, que quiere recuperar el monumento 'A las heroicas legiones italianas' que se retiró en 2017 para dar cumplimiento a la Ley de Memoria Histórica. Dentro del Ministerio de Defensa italiano existe una oficina especializada en recuperar este tipo de patrimonio y este lunes revelaron su intención de ponerse en contacto con el Consistorio tras las fiestas de Semana Santa para dar inicio a la tramitación necesaria para sacar el monumento de los almacenes municipales y, de momento, trasladarlo a la embajada de Italia ubicada en Madrid. Desde el Ayuntamiento confirman que el ejército italiano aún no se ha puesto en contacto con ellos y apuntan que hasta que no reciban la propuesta no determinarán qué pasos dar.

Además del monumento a las legiones italianas, se conserva la placa de bronce que lo acompañaba en la plaza de Italia y en la que podía leerse: 'Bajo el signo de Franco, el Caudillo, los heroicos legionarios de la hermana Italia lucharon y cayeron fraternalmente unidos con los soldados españoles por la sublime causa de la civilización cristiana'.

Todos los elementos retirados para dar cumplimiento a la Ley de Memoria Histórica se han guardado en diferentes depósitos municipales en lugar de destruirse. Así, el Ayuntamiento conserva en sus distintos almacenes, protegidas de golpes y hurtos, la piezas del franquismo que podían encontrarse por distintas zonas de la ciudad antes de 2007. En ellos está la gran pieza del Santander franquista, el monumento del general Franco a caballo y las placas del pedestal sobre el que se elevaba la figura. También pueden encontrarse las cuatro grandes águilas con el lema 'Una grande y libre' del obelisco del Alto de Miranda. El monumento tenía cuatro águilas y cuatro grandes placas. Además, se conservan las placas de piedra de la plaza del Generalísimo y la plaza de Primo de Rivera y de algunas calles como Simancas o Héroes del Baleares.