Santander se despide del ferri con Irlanda, que regresa a Bilbao cinco meses después

La historia de la pugna por atraer este atractivo turístico y económico arranca en mayo de 2018, cuando la capital cántabra se colgó una importante medalla. Una línea regular del ferri entre Santander y Cork, en Irlanda, algo a lo que aspiraban también los puertos vecinos de Asturias y Vizcaya. La alegría, sin embargo, apenas duró dos años. Brittany Ferries anunció que no se habían cumplido los objetivos y sus dirigentes apuntaron directamente al problema de los polizones en las instalaciones cántabras. Conclusión: mientras aquí se montaba una dura polémica entre el puerto y la Delegación de Gobierno por la seguridad, la conexión se trasladaba a Bilbao (con cambio también en el destino, Rosslare). Pero el pasado invierno se recuperó la conexión. Según fuentes de Brittany Ferries, el traslado a Santander era una medida provisional por unas obras del puerto vecino, aunque nadie en la compañía lo quiso asegurar de forma tajante.

«Aunque esta nueva ruta está planificada para la temporada de invierno, no sabemos lo que deparará el futuro y la posibilidad de ampliar las fechas», se limitó a decir Roberto Castilla, director en España de Brittany Ferries. Unas palabras que despertaron las esperanzas en Santander de que el barco regresara definitivamente a Cantabria, más aun teniendo en cuenta que los polizones han dejado de ser un problema tras caer la mafia albanesa que estaba detrás. Pero no ha sido así.

La modernización del Puerto de Santander también ha caminado hacia el objetivo de captar estos nuevos buques propulsados con gas licuado. Un combustible que se suministra en una nueva terminal inaugurada el pasado julio junto al espacio en el que antiguamente se ubicó la zona franca. Era, de alguna manera, otro factor que alimentaba la confianza de que la naviera reconsiderara su decisión y mantuviera la ruta en Santander. Pero no ha funcionado.

Durante la temporada estival que arranca en dos semanas, la naviera francesa va a operar dos salidas semanales hacia la ciudad de Rosslare (ubicada en el extremo sureste de la isla), tal y como venía haciendo desde principios de 2020. Se trata de una conexión que busca asentarse definitivamente puesto que se ha visto afectada por varios contratiempos a lo largo de su corta historia. El más importante: la llegada del covid cuando el enlace se acababa de presentar en sociedad.

En un primer momento, Brittany Ferries eligió el barco 'Connemara' para operar un trayecto que se cubre en aproximadamente 28 horas. Posteriormente, en noviembre de 2022, la compañía estrenó un moderno buque: el 'Salamanca', que cuenta con mayor capacidad para pasajeros. En su interior pueden viajar 1.050 clientes.

La embarcación cuenta con 343 cabinas con baño y 37 camarotes para conductores de camiones, además de amplios salones donde descansar, bares, restaurantes, salas de juegos para los más pequeños, tiendas y cubiertas en las que practicar deporte. Se trata de una nave que puede impulsarse con gas licuado. Las salidas desde Bilbao son los jueves y los domingos. Desde Irlanda, el 'Salamanca' partirá los miércoles y los viernes. El tráfico marítimo entre España e Irlanda ha crecido de manera notable en los últimos años.

📲 Sigue el canal de El Diario Montañés en WhatsApp para no perderte las noticias más destacadas del día.