Santander se echa de lleno al mar
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Miles de personas recorren el muelle para disfrutar de la jornada inaugural del festival de los barcos y los mensajesEn el 'Atyla', una goleta de 31 metros de eslora total que ayer estaba atracada entre la Grúa de Piedra y el Centro Botín, pusieron un cartel junto a la pasarela de acceso con los horarios de visita. «En la mañana, cuando la ... marea lo permita». Puro mar. Igual que la conversación en una de las carpas de exposición, frente a las maquetas de barcos de Antonio Velo. «La Armada Invencible fue un nombre despectivo que le pusieron los ingleses y no tenemos que creernos todo lo que dicen los ingleses». En la de al lado, otro modelista naval le pedía a un visitante que se detuviera en los detalles: «La gaviota está hecha a mano y, si se fija, hay hasta un tripulante haciendo sus cosas». El hombre le hizo hasta una foto a la dimunuta figura antes de salir para volver a recorrerse el muelle arriba y abajo. Como las miles de personas que se acercaron para la jornada inaugural del Festival del Mar. Con los primeros barcos -aún no estaban todos- y todas las carpas abiertas. Con un día bueno para navegar, sol y viento. «La vista es espectacular y, como ha salido aire, las banderitas se mueven». Eso comentaba una mujer con la perspectiva de los buques desde lo alto del Centro Botín. 'Mares limpios, océanos vivos', le han puesto como lema a esta tercera reunión de marineros. La frase trata de hacerse presente en cada rincón del paseo.
La postal de las embarcaciones atracadas no es tan espectacular como en las dos anteriores ediciones, las de 2005 y 2009. Eso es evidente. Pero la Fundación Villas del Cantábrico ha conseguido sacarlo adelante después de diez años de vacío -que tiene mérito- y ha tratado de compensar con otros alicientes. Por un lado, la variedad de las propias embarcaciones. El galeón 'Andalucía' es el que más llama la atención. Ayer había ya cola para visitarlo desde mucho antes de que abrieran. Precioso. Y radicalmente distinto, por ejemplo, al 'Mater Museoa', que se presenta en el Festival como «el último atunero vasco de madera». De salir a bocartes y bonitos durante años a convertirse en un museo flotante de la cultura de pescadores. Tienen historia estos buques. El 'Nordlys', que pertenece a la compañía holandesa Fairtransport, es -según los organizadores- «probablemente el carguero más antiguo que existe en el mundo». Sigue en activo transportando por los océanos productos de comercio justo. Vino, aceite, cerveza, bacalao... Pero sólo a fuerza de viento, a vela. Tanto es así que ayer no llegó a tiempo y se le esperaba a última hora.
De 10.00 a 23.30 horas. Apertura de las carpas comerciales y las de hostelería.
De 11.00 a 14.00 horas. Visita libre a las embarcaciones.
De 11.00 a 20.00 horas. Apertura de las carpas de asociaciones, las expositivas y las institucionales.
De 12.30 a 13.30 horas. Simulacro de rescate en la bahía.
De 16.00 a 20.00 horas. Visita libre a las embarcaciones.
17.00 horas. Homenaje a Juan de Santander, en el templete de los Jardines de Pereda.
18.00 horas. Espectáculo 'Recycling', a cargo de la compañía Almozandia. En el anfiteatro del Centro Botín.
19.30 horas. Espectáculo teatral 'Novecento. La leyenda del pianista en el océano' (Rosa Casuso). En el anfiteatro del Centro Botín.
De 19.30 a 20.30 horas. Conferencia 'Los semáforos marítimos en Santander y en el resto de España', por Miguel Ángel Noriega Agüero. En el Real Club de Regatas.
Desde las 21.00 horas. Proyección de la película infantil 'Elcano y Magallanes, la primera vuelta al mundo'. En la pantalla del Centro Botín.
Todos tienen algo. El 'Atyla' es el antiguo 'Cantabria Infinita', el 'Eco Boat' es un barco solar construido en Raos y en el 'Pelican of London' -muy bonito- tienen colgado un cartel ofreciendo enrolarse para una travesía entre Santander y Vigo por quinientos euros. Serán -cuando estén todos- once en total. Siete atracados en primera línea (entre el monumento a los Raqueros y el Centro Botín) y el resto, abarloados. O sea, próximos a los otros, en una segunda línea.
El segundo aliciente está en las carpas y en el programa de actividades. El apartado puramente comercial o de hostelería -que sí que hay- ha cedido protagonismo a los proyectos de las asociaciones (Los18, Mares circulares, Seo...) o a espacios puramente expositivos con temática marinera. Una forma de tomarse en serio lo de 'Mares limpios, océanos vivos' del lema del Festival. De incidir en los objetivos que señalan desde la Fundación Villas del Cantábrico. Valores de la navegación a vela, sostenibilidad, defensa del patrimonio... «El Cantábrico es parte de nuestra identidad. Nos da la vida y nos puede dar el futuro», señaló en el acto oficial de inauguración Antonio Longarela, presidente de este colectivo.
Y se nota en el paseo. Más allá de los barcos hay mil curiosidades. Las maquetas del Faro de Cabo Mayor o del mismo muelle santanderino en la carpa de la Autoridad Portuaria o la de la ermita de la Virgen del Mar que tienen expuesta en la de la Real Liga Naval Española. Hay dos espacios centrados en reproducciones a escala de grandes buques (Amonaval maquetas). Una exposición con guías que explican los detalles. Pero hay más, repartidos por diferentes puntos. La 'Santa María', el 'San Juan Bautista'... Hasta un navío de tres puentes enramado a medio hacer en el lugar que ocupan los Amigos del Real Astillero de Guarnizo y las historias de Astander. Uno puede saber cómo era el Santander del siglo XVI y quién fue Juan de Santander. Su historia está pegada a las cartas que muestran los planes y paradas de Magallanes y Elcano. «6 de marzo de 1521, Isla de Ladrones (ahora Islas Marianas, Guan)». Es el punto siete marcado en el mapa de la carpa del V Centenario de la primera vuelta al mundo.
Precisamente Juan de Santander (el del grumete de Cueto que completó ese viaje increíble) es el nombre que quieren ponerle al buque escuela que pretende construir Villas del Cantábrico con financiación privada. Longarela habló de ello y del objetivo de botarlo en una próxima edición del Festival. Doble objetivo en realidad: volver a celebrar la cita en 2022 y tener el buque para entonces. El consejero Francisco Martín, que ayer acudió como representante de la Autoridad Portuaria, cogió el guante y ofreció la colaboración del Puerto para las dos cosas. Una cuarta edición y, «si es de interés, poner a disposición el Dique de Gamazo para construir el buque escuela». «Que la propia construcción -dijo- sea un atractivo turístico, un foco de interés».
Fue en el acto oficial de inauguración, en el que también participaron Marina Lombó (como responsable de la Consejería que se encarga de Turismo) y Gema Igual, alcaldesa de Santander. Todos incidieron en esa idea de sostenibilidad y en el papel clave de la ciudad y de Cantabria en general en la cultura marítima. Justo antes de una visita de autoridades al galeón 'Andalucía' -que mosqueó un poco a los que llevaban un buen rato haciendo cola y que esperaron hasta que terminó su recorrido- que dio paso a la apertura de puertas en casi todos los buques que estaban ya atracados. Casi todos, porque el 'Pelican of London' este jueves sólo estaba disponible para «amigos y familiares». «Mañana se lo dices a mamá, que vamos a ver los barcos». Eso le iban diciendo a un crío impresionado entre tanta vela y casco. Hoy ya se pueden visitar todos.
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