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ÁNGELA CASADO
SANTANDER.
Viernes, 26 de noviembre 2021, 07:17
Unanimidad para reducir el ruido en las zonas de ocio nocturno de la ciudad. El Pleno del Ayuntamiento de Santander acordó este jueves elaborar en un plazo de seis meses un mapa diagnóstico sobre la contaminación acústica en las zonas más presionadas e iniciar ... antes de doce meses la redacción de un plan de acción contra el ruido. La moción recoge no sólo las demandas del Tribunal de Cuentas sino las quejas vecinales en zonas como el Ensanche, Cañadío o el Río de la Pila. Todos los grupos mostraron su apoyo por el «equilibrio» que en su opinión debe existir entre el ocio y el descanso.
Para el portavoz socialista, Daniel Fernández, se trata de «conciliar intereses» de hosteleros y vecinos, de forma que haya «límites, ley y orden», por lo que instó a que se cumpla la moción «cuanto antes». El otro impulsor de la iniciativa, el portavoz de UxS, Miguel Saro, abundó en que el plan de acción es necesario para establecer límites, porque los vecinos «no tienen por qué soportar» más nivel de ruido por las noches y madrugadas que durante el resto del día.
Por su parte, el portavoz regionalista José María Fuentes-Pila, recordó que el problema se remonta a 2007 y no ha habido «solución ninguna» y por eso reclama que el Ayuntamiento atienda la demanda de la moción. Para el portavoz de Vox, Guillermo Pérez-Cosío, «no se trata de restringir la actividad de ocio sino de ponerle límites». Además, apuntó en tono jocoso que le había gustado que los socialistas se apropiasen de una expresión que suele usar, «ley y orden», y les animó a utilizarla más a menudo.
Desde el equipo de gobierno, la concejala de Medio Ambiente, Margarita Rojo, se mostró dispuesta a actualizar las medidas que contempla el plan de 2016. Por su parte, su socio, el portavoz de Cs Javier Ceruti, apoyó la moción porque solucionar este problema requiere «planificación e información, que no ha habido» y porque permitirá «saldar una deuda» con los vecinos que llevan años reclamando poder descansar. Así, instó a ponerse «manos a la obra después de años de inacción, de sensación de cronicidad de un problema fácilmente corregible si hay voluntad política y capacidad técnica».
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