Borrar
El pasaje del terror convirtió este sábado la Plaza Porticada en el escenario de una película de miedo.

Ver fotos

El pasaje del terror convirtió este sábado la Plaza Porticada en el escenario de una película de miedo. Roberto Ruiz

Santander tiene ganas de Halloween

Mayores y pequeños se acercaron a la Plaza Porticada para pasarlo de miedo

Candela Gordovil

Santander

Sábado, 30 de octubre 2021

Las calles de Santander se han llenado este sábado de brujas, monstruos y muertos vivientes que lo pasaron de miedo. La Plaza Porticada y los Jardines de Pereda se convirtieron en el escenario de la previa de la noche más terrorífica del año que, después de un largo parón por el covid, «por fin se parece un poco a lo de antes de la pandemia», contaba Angela Moreno, disfrazada junto a sus amigas de los protagonistas de la serie surcoreana 'El juego del Calamar'. Halloween recuperó parte de su esencia aunque este año con un nuevo complemento en el disfraz: la mascarilla.

Pequeños y mayores esperaban con «muchos nervios» la cola para acceder al pasaje del terror. El pequeño Uriel, con un traje de vampiro, tenía muchas ganas de entrar, aunque la música y el humo «le daban bastante miedo». Su madre, Laura Campuzano, no se quedo atrás y también se disfrazó porque «es una fiesta para disfrutar en familia», y animó al resto de padres a «participar en este tipo de fiestas».

Desde la organización estaban muy sorprendidos con la cantidad de gente que se había acercado al evento. Las previsiones de lluvia no se cumplieron y no cabía un alfiler. «Teníamos muchas ganas de volver a hacer este tipo de actividades porque especialmente para los niños es ilusionante», explicaba Raquel Sainz, de la empresa Sancibrián Producciones.

El recorrido del pasaje del terror era «intenso». Los participantes, acompañados de sus padres, se iban encontrando «varios sustos», así como un cementerio «totalmente realista, humo y música tenebrosa», comentó Sainz.

Ayer el que no se disfrazó fue porque no quiso. Y es que también había un taller de maquillaje para los que se animasen a última hora. «No tenían pensado disfrazarse pero ya que estamos aquí...», comentó María Gómez mientras esperaba a sus hijos. Y añadió que «los pequeños necesitaban volver a vivir este tipo de fiestas».

Publicidad

Publicidad

Publicidad

Publicidad

Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios

eldiariomontanes Santander tiene ganas de Halloween