Santander perderá la ayuda de 2,4 millones del aparcamiento de El Sardinero si no es subterráneo

Después de meses de polémicas alrededor de esta obra y de la cascada de críticas de los vecinos y la oposición en pleno, este es el nuevo escenario que se le abre a la alcaldesa Gema Igual tras la decisión del Ministerio de Transportes de reclamar a la capital la devolución del dinero que ya está en las arcas municipales. En contra de lo que decía la regidora, que viene asegurando que la modificación no supondría en ningún caso la pérdida de la subvención, el ultimátum del Ministerio es claro: si no quiere reembolsar el dinero, el aparcamiento de El Sardinero tendrá que volver a sus subterráneo. Como se anunció en un primer momento. De esta manera, el Ejecutivo central dice 'no' a la solicitud que el Ayuntamiento de Santander remitió en mayo de este año para dar a conocer los cambios en la actuación –que dejaba de ser subterráneo para ser en superficie, como el actual, pero con capacidad para menos vehículos– y solicitar el permiso del supervisor de los fondos. Permiso que no ha dado el Ministerio. Porque, aunque es dinero europeo, la supervisión depende de Transportes.

Y dice 'no' porque la modificación de la obra del aparcamiento no encaja con las bases de la convocatoria. ¿En qué aspectos? Lo que asegura el departamento que dirige Óscar Puente en una carta enviada este viernes al Consistorio es que «los cambios propuestos alteran la naturaleza y objetivos de la subvención». Es así porque «la propuesta no mantiene el objetivo de crear un aparcamiento disuasorio, sino que se trata de una adecuación del aparcamiento que actualmente existe, recogido en su Plan de Movilidad Sostenible como un aparcamiento pseudodisuasorio». Además, el informe detalla que la propuesta de modificación supone «un cambio sustancial» ya que la actuación modificada difiere en más de un 50% respecto al alcance de la actuación inicial.

Una actuación inicial –la del aparcamiento subterráneo– que se presentó en 2021 y que entonces contemplaba 1.300 estacionamientos, además de mantener la gratuidad del espacio. Los planes se cambiaron, según el Ayuntamiento, porque una vez realizadas las catas en el terreno, se confirmó que el presupuesto de la obra sería mucho más alto de lo previsto por «las difíciles condiciones geotécnicas». Las características del suelo eran más adversas de lo pensado inicialmente y los costes se disparaban.

A pesar de que las dudas sobre qué ocurriría con el dinero de Europa tras el cambio de criterio estuvieron presentes incluso en el Pleno municipal del pasado mayo, el equipo de gobierno desmintió cualquier posibilidad de perderlo a preguntas de este periódico: «Se han hecho consultas previas sobre la viabilidad de la modificación en el proyecto que nos indican que se aceptaría». Así, daban a entender que esa modificación era posible sin concretar quién se lo había confirmado. La realidad es que, cuatro meses después de que el Ayuntamiento hiciera esas declaraciones, el Ministerio ha desestimado su solicitud para financiar con los fondos europeos NextGeneration la remodelación del parking en superficie junto a los Campos de Sport de El Sardinero.

La última en insistir en esa idea y en negar la posible pérdida de los 2,4 millones sobre un presupuesto total del aparcamiento de 4,2 millones fue la propia alcaldesa. El pasado lunes, defendió la «necesidad» de seguir adelante con este proyecto ya que la ciudad «no tiene actualmente ningún aparcamiento disuasorio». Y recordó que la tramitación del proyecto avanzaba con normalidad ya que se habían presentado nueve empresas a la licitación y el Ayuntamiento se encontraba valorando sus ofertas. De hecho, si Igual decide paralizar esa licitación, las empresas podrían pedir compensaciones por el trabajo realizado.

Algunos de los aspectos que más polémica han generado en los últimos meses tienen que ver tanto con el futuro sistema de pago del aparcamiento como con la disminución del número de plazas. Y el Ministerio también se pronuncia en este sentido: «Las ayudas europeas se otorgaron para ejecutar el proyecto planteado por el propio Consistorio, que duplicaba el número de plazas disuasorias, y contaba con un alto grado de madurez, para impulsar una movilidad sostenible y evitar que los vehículos privados accedan al centro de la ciudad, por lo que el incremento del coste del proyecto no se puede considerar sobrevenido».

Así, el Ministerio de Transportes pide la devolución de los 2,4 millones de la subvención para el aparcamiento de El Sardinero, pero no otras como las del alquiler de bicicletas eléctricas, los aparcabicis, la gestión inteligente de la movilidad o el proyecto de digitalización de los autobuses del TUS. Ahora, Gema Igual, tiene cinco días para decidir si vuelve a la casilla de salida y recapacita su idea o sigue adelante con el aparcamiento en superficie pero sin la ayuda de Europa.