Santander pierde competitividad turística

De los seis indicadores que analiza, Santander destaca por su entorno urbano, donde se posiciona como la sexta ciudad más competitiva y despunta por el atractivo de sus espacios públicos (tercera posición), por sus dotaciones de zonas verdes (quinta) y su seguridad ciudadana (sexta). Donde más flojea es en su oferta de ocio y, aunque sube una posición respecto al informe de 2016, se coloca como la 20 de 22. En este área, lo más valorado son sus playas y su formación universitaria para extranjeros y, lo peor, el turismo cultural (puesto 21), el turismo familiar (20) y el atractivo de sus tradiciones y fiestas populares (17).

Dentro del análisis de Exceltur, Santander está considerada una ciudad pequeña (menos de 200.000 habitantes) junto a otras cinco. Entre ellas, se posiciona en el centro de la tabla en cuanto a su competitividad turística, superada por San Sebastián y Santiago de Compostela y por encima de Salamanca, Burgos y León. Así, su gran competidor del norte de España, San Sebastián, está en la cuarta posición a nivel nacional, muy por encima del resto de ciudades de su tamaño.

Entre las virtudes de la capital guipuzcoana, el informe destaca que ha conseguido impulsar paquetes de experiencias turísticas comercializadas a través de su portal turístico online, facilitando el acceso al mercado a empresas locales y generando sinergias entre subsectores turísticos (alojamiento, transporte y ocio). También remarca que ha apostado por mejorar su red de movilidad ciclista con la construcción de nuevos viales e itinerarios independientes, poniéndolos a disposición de los visitantes a través de sus sistemas de alquiler de bicicletas públicas. Y justo en el alquiler de bicicletas destaca Santander, que se sitúa en el top 1 de España por su disponibilidad de este servicio público para turistas. Sin embargo, la relevancia de este medio de transporte baja mucho en el ranking al hacer la media con el nivel de la red de carril bici, en la posición 20 de 22.

En los últimos años, Santander también se ha volcado en promociar la ciudad como destino de negocios. Sin embargo, no destaca en esta categoría, donde se coloca en el puesto 18. Dentro de este apartado, lo más positivo es el resultado de sus ferias y congresos (posición 12) y sus restaurantes de categoría alta (14). Sin embargo, la oferta de alojamientos y restauración baja al puesto 18 y, el dinamismo empresarial, al 19.

Por contra, sale bien parada en la rapidez del transporte público (segunda de España) y coste del servicio de taxi. Sin embargo, la dotación de taxis cae a la posición 19, al igual que la frecuencia de trenes. La conectividad ferroviaria de alta velocidad se sitúa en el puesto 17.

En cuanto a la gestión estratégica y la gobernanza, la ciudad saca buena nota por las bajas cargas impositivas del sector turístico (segunda mejor posición nacional) y la coordinación interconcejalías para potenciar el turismo (tercera). Al otro lado de la balanza, lo peor es la prioridad política al turismo (19), el esfuerzo presupuestario para el turismo (19) y la promoción online (19).

Como conclusión, Exceltur apunta que hay un «escaso avance» de las ciudades para integrar al turismo en el conjunto de todas sus decisiones estratégicas de planificación y gestión desde 2016, «a pesar del notable peso y elevada presencia que tienen los flujos turísticos en sus espacios, especialmente en los centros históricos y las zonas de mayor atractivo lúdico o cultural».