El Santander prevé trasladarse a su sede provisional a finales de este mes

Los trabajos de reforma del emblemático edificio donde se encuentra la sede del banco en la capital, y que aún están pendientes de obtener los permisos necesarios, afectarán sobre todo a la oficina principal y a sus cinco pisos superiores, razón por la que su actividad se trasladará y repartirá por diferentes localizaciones. La oficina principal, donde se atenderá al público, se ubicará de forma temporal en el local de la plaza del Príncipe que ocupó en su día la firma Adolfo Domínguez. El banco también ha alquilado el antiguo bajo de Godofredo, en el mismo Paseo de Pereda, y dos plantas más en ese mismo edificio. Allí encontrarán acomodo otros departamentos de la entidad bancaria.

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Los trabajos de remodelación de las nuevas oficinas centrales del Santander comenzaron a finales del año pasado. Según indicaron fuentes del banco, no ha sido necesario realizar una reforma excesiva del local que ocupara la firma de ropa Adolfo Domínguez, aunque, en todo caso, era necesario adaptarlo a su nueva función modificando la instalación eléctrica, la iluminación, el sistema del aire, el cableado para los equipos informáticos, etc., además de ajustar su decoración al estilo de las oficinas del Santander. Una vez concluido el trabajo para dotar de todos los servicios a la nueva sede ya se ha empezado a trasladar allí su nuevo mobiliario.

Al mismo tiempo se sigue trabajando en la adecuación del resto de espacios en que se distribuirán las distintas áreas del banco. No obstante, al tratarse de oficinas de la entidad cuya labor no se desarrolla de cara al público, las obras no exigen tanta urgencia, pues no es preciso que estén completamente rematadas para que puedan empezar a acoger personal.

Los responsables del banco confían en que el traslado a las nuevas oficinas provisionales pueda efectuarse a finales de este mismo mes. Dependerá, sobre todo, del tiempo que tarden en disponer de las líneas necesarias para que los equipos informáticos puedan funcionar.

El equipo de logística del Santander ha planificado hasta el último detalle del traslado a la nueva sede. A pesar de la aparente complejidad de la mudanza, el cambio de ubicación de las oficinas centrales se podrá realizar prácticamente de un día para otro, aprovechando un fin de semana. Una vez que esté lista la nueva oficina y se compruebe que funcionan todas las líneas, se procederá al transporte del mobiliario necesario y de los terminales.

La intención del banco es que su edificio del Paseo Pereda quede desalojado cuanto antes para que las obras de remodelación puedan dar comienzo en el mismo momento en que se le concedan los permisos necesarios para ejecutarlas.

El bloque este de la actual sede del Santander es el que experimentará una transformación más radical. Allí se encuentran la oficina principal y cinco plantas de despachos, donde se realizará la intervención más profunda para adaptar las instalaciones y darles una imagen más moderna, acordes a la categoría internacional del banco, y transformarlo en un edificio inteligente.

El ala oeste del edificio, que deberá acoger la exposición de parte de la colección de arte del banco, será sometida a una adaptación más moderada, sin que estén previstas reformas integrales.

El punto más polémico del proyecto de transformación del edificio -que tiene un presupuesto de 40 millones de euros- es el que afecta a su característico arco, que se verá en parte cegado, según el diseño que ha realizado el arquitecto David Chipperfield.