Santander prolongará 450 metros el paseo marítimo de Gamazo a Los Peligros

El área de intervención supondrá la reordenación y adecuación al uso fundamentalmente ciudadano de 450 metros del paseo marítimo entre Gamazo y el arenal santanderino.

En esta última década hay una fecha marcada en el calendario hace exactamente seis años. En julio de 2015 se abría al uso ciudadano la explanada de Gamazo. Una gran superficie de más de 11.000 metros cuadrados que se encontraba asfaltada tras la celebración del Mundial de Vela, celebrado un año antes. Se daba entonces continuidad a los espacios ya recuperados en la zona del Dique, contribuyendo de este modo a potenciar la importancia y el significado urbano del área de San Martín, e integrando antiguos terrenos portuarios a la ciudad. Tal como se destacó en su momento, la intervención configuraba un espacio flexible, con usos muy diversos, en el que han venido conviviendo «los paseos, los baños y la contemplación de la bahía, con los usos deportivos y profesionales en la rampa de varada, y la pesca deportiva tradicional frecuente en la zona».

El Frente Marítimo ha sido protagonista, no obstante, desde principios del nuevo siglo con una transformación sin precedentes, acometida especialmente en esas dos mencionadas zonas, a ritmos y fases desiguales en el tiempo, pero ya imparable. En opinión de Gema Igual, la sucesión de actuaciones «está convirtiendo a Santander en una ciudad moderna y de vanguardia de la que los santanderinos estamos cada día más orgullosos».

A la hora de revisar en las hemerotecas los pasos dados en este periodo cabe concluir, subraya la alcaldesa, que «hace menos de una década no existía prácticamente un metro cuadrado de frente marítimo que los santanderinos pudieran disfrutar como lo hacen ahora». La duna escalonada de Zaera, el dique de Gamazo y la caseta de bombas, la plaza de San Martín de la Mar o el parque de Gamazo, «se han convertido en lugares ideales para el paseo, el ocio, o el deporte».

El nuevo proyecto de regeneración discurre paralelo a la incorporación esta misma semana de otro equipamiento cultural de primer orden, como son las Naves de Gamazo. Un ejemplo, así subrayado estos días por los representantes de distintas formaciones políticas y de gestión, de «colaboración institucional entre administraciones, de rehabilitación del patrimonio portuario y de integración puerto-ciudad para que Santander sume actuaciones en un enclave estratégico como es la zona de San Martín-Gamazo». El proyecto busca corregir una paradoja: la existencia de un entorno privilegiado, en primera línea de la bahía, que aglutina relevantes dotaciones de interés y actividad, como el Oceanográfico, el Museo Marítimo o la Escuela Náutica-Pesquera, pero que, pese a estar abierto al uso público, «no cuenta con una adecuada urbanización». Este es el fundamento clave del Ayuntamiento para que, en coordinación con la Autoridad Portuaria, aborde ya este proyecto. La previsión es que esté redactado y aprobado antes de final de año. Las obras podrían licitarse a continuación y comenzar su ejecución en 2022.

La iniciativa diferencia dos zonas de intervención: la oeste, más estrecha y alargada, por delante de los edificios; y la este, más amplia, con mayor fondo y que da acceso a las playas. La superficie de actuación abarca esos 11.000 metros cuadrados, lo que permitirá prolongar en 450 metros el paseo marítimo que ya discurre por la explanada, «aunque proporcionando mejor acceso a las playas». El carril bici discurrirá por ambas zonas dando continuidad desde la ciudad hasta las playas. En la parte oeste, se diferenciarán, mirando desde el frente de la bahía, una zona de aproximación al cantil, otra de paseo y otra más estancial en línea por delante del carril bici y los edificios. Y en el este, y en el mismo orden, esas tres zonas, la última de las cuales incluye los accesos a la playa de Los Peligros.

El proyecto prevé el cuidado del diseño de los pavimentos y los materiales a emplear. Y apostará por «la renaturalización» del ámbito de actuación, con más zonas verdes, incluyendo también nuevo mobiliario urbano compuesto de tumbonas, butacas y papeleras, además de una nueva iluminación tipo LED de bajo consumo. La actuación será compatible con los accesos de actividades deportivas, vados, vehículos de emergencia y autobuses, así como con la posibilidad de «continuar dando lugar a las autorizaciones a pequeños establecimientos temporales de prácticas deportivas».