Los santanderinos se vuelcan con el roscón solidario a favor de la Asociación de la Cabalgata

Los preparativos comenzaron ayer, derritiendo 114 litros de chocolate cántabro del Horno de San José y mezclándolo con leche de la granja Cudaña, del pueblo de Labarces. Del roscón se encargó la panadería 'La Crujiente', y cerca de quince cocineros lo dejaron todo para poder repartir el tradicional desayuno de Reyes.

Entre los pucheros del chocolate, revolviendo con alegría, estaba el presidente de la Asociación de Sumilleres de Cantabria, Alfonso Fraile, «esto no es trabajo, esto lo hacemos encantados. Los que tienen mérito son todas esas personas que llevan tiempo haciendo cola para dar su donativo y así ayudar a los niños que más lo necesitan»

Lo mismo opinó Fátima Jorganes, que acudió acompañada de sus dos hijas, Mar, de nueve años, y Sofía, de cinco. «Me encanta esta iniciativa, porque así, las niñas ven que la Navidad es más que comer rico y tener muchos regalos. Que se trata, también, de ayudar a los demás».

Asun Puente, jubilada de la plaza de La Esperanza, afirmó que cuando le contaron que «iban a dar roscón a cambio de un donativo solidario, no me lo pensé. En estas fechas, cuando más felices somos unos, más desdichados son los que menos tienen. Con un poquito de cada uno se puede hacer mucho».

Por su parte, la alcaldesa Gema Igual, que estuvo acompañada de los concejales de Participación Ciudadana, Lorena Gutiérrez; de Juventud, Noemí Méndez; y de Medio Ambiente, Margarita Rojo, dio las gracias por «la magnífica labor social» que desempeña la Asociación para la Organización de la Cabalgata, y amplió su felicitación por «su implicación en el dinamismo cívico de esta ciudad y en la promoción de iniciativas de carácter benéfico y solidario, lo que va a permitir que este año todos los niños de Santander reciban la visita de los Reyes Magos y dispongan de sus regalos».

De los santanderinos que hacían cola pacientemente, destacó su lado más solidario y afirmó que «todos hacemos un Santander mejor».

Tampoco se olvidó de la labor de la Asociación de Cocineros de Cantabria, quienes, capitaneados por Floren Bueyes, «han dejado sus fogones para colaborar en esta iniciativa y elaborar un dulce de calidad para que lo puedan disfrutar los ciudadanos».