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Un segundo después de pasar la tarjeta de crédito por el datáfono en un comercio de textil, todas las luces se apagaron. «Pues sí que es estricto el Plan de Ahorro Energético», pensó. Fuera, en la calle Juan de Herrera, todos los locales estaban apagados ... mientras las alarmas empezaban a sonar. «Las dependientas no sabían qué hacer, se asomaron todas a ver qué estaba pasando», explica Dolores, una de testigos del apagón que ayer a primera hora de la tarde, durante apenas nueve minutos, sumió a la ciudad en la confusión.
Como vio que el asunto de las compras se le había torcido, se dirigió hacia el aparcamiento subterráneo con intención de marcharse. De camino, los semáforos no funcionaban. «Menos mal que era pronto y no había mucho tráfico, porque habría sido un caos», añade su marido Ernesto.
En el aparcamiento, más problemas. Las máquinas para pagar el aparcamiento tampoco funcionaban y el empleado les derivó a otra que, además, les dio cambio de más. En ese momento, parecía que los sistemas volvían a reiniciarse y, aunque el lector de matrículas aún no funcionaba, se abrió la barrera para que los coches pudieran salir. Más difícil era entrar, ya que al no emitir tickets, la barrera no se abría y la cola no dejaba de aumentar.
Como explican fuentes de Viesgo, la avería se produjo a las 15.44 horas en un transformador de la subestación de Tantín que provocó un corte de suministro de nueve minutos a unos 20.000 clientes del centro de Santander. «Como tenemos redundancia de transformadores para garantizar la seguridad de suministro, se ha podido solucionar la incidencia en remoto desde el centro de control», afirman desde la empresa.
Este es el segundo 'micro apagón' que sufre Santander en apenas dos semanas. El 1 de septiembre, a las once de la noche, la luz se fue apenas unos segundos. No solo en Santander, también en los municipios limítrofes. En el centro también saltaron las alarmas de los comercios y en poco más de un abrir y cerrar de ojos volvió la normalidad. No en todas partes, pues en otras localidades el apagón se prolongó hasta los 20 minutos.
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Aunque el corte, que se produjo en muchos sitios a la vez y en la mayoría de los casos fue muy corto, dio lugar a todo tipo de teorías aunque, como explicaron desde Viesgo, lo que ocurrió fue que «unos técnicos estaban realizando unos trabajos de mejora en la red y saltaron las protecciones de la línea». En el caso de ayer, la culpa la tuvo un transformador y, por suerte, la ciudad cuenta con dispositivos de más para hacer frente a estos imprevistos.
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