«Todo lo que nos dé seguridad contra futuras inundaciones será bienvenido»

Todo suma. Las esclusas del mar, a raíz de las últimas inundaciones, «ya se dejan abiertas cuando hace mal tiempo para evitar que el agua sobrepase su cauce», asegura Lado. Si a esto se suma la construcción del dique, será mucho más difícil que se vuelvan a vivir situaciones como la de diciembre de 2020, cuando todas las casas y garajes próximos a la ría sufrieron grandes desperfectos por la entrada del agua. Eso, al menos, esperan los afectados, que aún recuerdan con rabia y tristeza todas las horas que tuvieron que dedicar a adecentar sus hogares. «Todo lo que nos dé seguridad será bienvenido, porque cada vez que escucho llover me pongo nerviosa», asegura Marga Abascal, quien tiene una vivienda de planta baja que ya ha sufrido dos inundaciones. «Además, es una casa a la que le da la sombra y es dificilísimo eliminar la humedad», lamenta.

A pocos metros de la vivienda de Abascal, Fernando Moreno recoge su garaje, el mismo que sufrió la furia de la tormenta hace poco más de un año. «No olvido el desastre que se formó, tardé días en limpiar y eso que apenas dormí. Si este dique es la solución para no tener que vivirlo nunca más, bienvenido sea», explica este vecino, al que apenas separan unos metros de la ría.

El Ayuntamiento de Santander aprobó la semana pasada el proyecto técnico de las obras de protección frente a inundaciones en el barrio Santiago el Mayor de Nueva Montaña por un importe de licitación de 418.881 euros. Según el informe técnico realizado por el Instituto de Hidráulica (IH), se trata de la actuación de mitigación más efectiva para proteger la zona del desbordamiento de la ría de Raos. Ya en 2020 crearon un dique provisional que consistió en colocar unas tablas y un montículo de tierra para evitar el paso del agua y que sirvió de solución temporal contra la tormenta.

Los vecinos también apuntan al «mal estado» de la estación de bombeo, «que lleva años mezclando las aguas y generando malos olores sin que nadie ponga remedio, no tiene ningún sentido», lamenta Lado. Sin embargo, desde el Consistorio aseguraron que la red de alcantarillado no tuvo nada que ver en las últimas inundaciones, pues «no presentaron incidencias en la zona, las bombas de la estación de Nueva Montaña y Santiago el Mayor funcionaron perfectamente y con holgura», afirmaron tras lo ocurrido desde fuentes municipales. Según explicaron, lo ocurrido se debió a que a la cercanía de la ría se sumó la pleamar y las fuertes lluvias, lo que hizo que la estación perdiese la capacidad para absorber todo el agua.

Los vecinos tienen claro que el origen de las inundaciones de finales de 2020 estaba en las esclusas ubicadas en la ría, junto a la empresa Marino de la Fuente, que suelen estar semicerradas para impedir la entrada del agua del mar. Y en la otra entrada, la de la lluvia, al no poder desaguar en la ría, se estanca en Santiago el Mayor. «Desde las últimas inundaciones, se dejan todas abiertas para evitar que pase otra vez», recalca Lado. «Si a eso le sumas el dique, ojalá sea suficiente para que nunca más vivamos esa pesadilla», añade Abascal.