Chequeo a las entradas de cinco grandes colegios de Santander

No es la primera vez que la formación denuncia «la mala situación y poca seguridad de los entornos escolares», a la vez que demandaba medidas correctoras a los ayuntamientos de Cantabria y a la Consejería de Educación. Los coportavoces de Verdes Equo Cantabria, Gabriel Moreno y Dolores Póliz, han sido los encargados de dar a conocer los resultados del test que han realizado.

Análisis de la situación: En la entrada por la calle Cisneros, el problema no está relacionado con los coches principalmente, sino con la alta concentración de personas, señala Equo. En un espacio de poco más de 40 metros cuadrados, padres, madres, abuelos, abuelas, niños y niñas comparten acera con los peatones habituales, sin posibilidad de mantener la distancia mínima de seguridad covid. Junto a esta acera ocupando un importante espacio, hay varios contenedores de residuos, un amplio aparcamiento para motos, amarre de bicicletas, parada de autobús y aparcamientos de coches. Verdes ha señalado las siguientes soluciones:

Propuestas de acción: Trasladar los contenedores y aparcamientos de motos a otra zona cercana (en el tramo anterior de la calle Cisneros), colocar los amarres de bicicletas junto al centro cívico Cisneros e impedir que en la parada del autobús se aparque fuera de su horario habitual.

Análisis de la situación: En pleno paseo de General Dávila, «el problema se complica» y aparte de padres, madres, abuelos, abuelas, niños y niñas en las aceras de entrada y acceso al colegio, «los coches y el caos circulatorio superan cualquier límite». Equo destaca que, a la entrada del centro, en donde hay cuatro aparcamientos junto a varios contenedores, hay que añadir un gran número de vehículos subidos en las aceras, desde el cruce con Camilo Alonso Vega, hasta el restaurante La Radio, sin que los peatones puedan pasar.

Propuestas de acción: Quitar y trasladar los contenedores a la acera de enfrente, junto al semáforo, en donde ya existen contenedores para residentes. Quitar los cinco aparcamientos, salvo el de movilidad reducida, junto entrada del colegio.

Respecto a los coches aparcados en las aceras, la primera medida preventiva sería que la Policía Municipal multara a esos los coches aparcados en los tramos descritos. Una solución inmediata sería colocar bolardos que impidan el aparcamiento en la acera. Si fuera necesario el aparcamiento temporal, debería utilizarse unos de los dos carriles de la calzada en el mismo sentido. Equo sugiere, por otro lado, modificar la infraestructura de circulación del paseo de General Dávila: señala que se podría reducir la calzada para vehículos (hay dos carriles en ese tramo), crear quiebros para reducir la velocidad y ampliar las aceras para los peatones así como generar aparcamientos en la prolongación de Camilo Alonso Vega con Los Castros y así, andar 200 metros con los niños/as hasta el colegio.

Análisis de la situación: Según los responsables de Equo, la situación es muy similar a la del colegio Mercedarias. En la zona de entrada, hay un «pseudo-aparcamiento» sobre la acera, protegido con una barra, y aparcamientos que «son totalmente inadecuados». Ese espacio, a sus ojos, debería ser totalmente para el centro, para que las familias lo ocupen en la entrada y salida de las clases.

Propuestas de acción: Actuaciones de la Policía Municipal que impidan aparcar en cualquier lugar. Retirar esos aparcamientos actuales y colocar bolardos en la acera para impedir que se invada el área con coches. También sería necesario modificar las infraestructuras en la calzada, reducir carriles y acondicionar el aparcamiento en uno de los carriles (actualmente hay dos).

Análisis de la situación: Ubicado en el extrarradio de la ciudad, Monte, el acceso es a través de una calzada de poco más de seis metros de ancha, en donde «conviven»: coches en ambos sentidos de circulación, aparcamientos, autobuses, familias y estudiantes. También hay un inicio de «camino escolar» sobre el asfalto que «no va a ninguna parte» y que está invadido por coches, contenedores, sin ningún tipo de protección para los niños que acceden al centro andando. «Una situación del colegio muy grave, en donde el Ayuntamiento puede actuar», asegura la formación.

Propuestas de acción: Delimitar más de un recorrido escolar, espacios #Verdes, protegidos de la forma más adecuada, bolardos, para favorecer el acceso andando de los niños/as, desde los grupos de viviendas más próximos. También se tendría que establecer un único sentido de tránsito en la calzada frente al colegio, para los coches, con diferentes opciones de circulación en esa zona, para acceder hacia o desde las vías principales. Además, Equo propone crear un aparcamiento temporal en horas de entrada y salida en esa zona. Los padres acudirían andando al centro con una distancia de aproximadamente 100 metros.