Secciones
Servicios
Destacamos
La capital de Cantabria ya se prepara para la demanda de plazas en residencias de mayores que se acumulará durante los próximos años en la ... ciudad. Santander es uno de los municipios de la región que registra más carencias en este tipo de servicios, algo que ya se está remediando con la proyección de seis nuevas residencias. La más avanzada, que estará lista para este verano, es la de La Pereda, que abrirá tras una reforma integral y contará con 181 plazas. El resto se encuentran en fases muy iniciales y, de ellas, habrá dos que también ocuparán edificios ya existentes y tres que aún no son más que terrenos. Una de ellas pertenecerá al Ayuntamiento de Santander y estará ubicada en una parcela de su propiedad. Las otras dos aún están tramitando la compra de los terrenos donde levantarán sus inmuebles.
Las dos que ocuparán edificios ya existentes se han decantado por inmuebles muy céntricos de la ciudad: el hotel Central y el antiguo colegio María Inmaculada. Onisan Inmuebles será la empresa que se ubique en el histórico hotel y contará con algo más de 50 plazas. Aunque será el centro de mayores con la menor capacidad de residentes de esta nueva hornada de residencias, desde la entidad manifiestan que son una empresa familiar que busca el mismo espíritu para este nuevo centro. Aún se encuentran sumidos en el papeleo previo al inicio de las intervenciones pero, una vez arranquen, manejan un plazo de ejecución de 18 meses. Además, dejan claro que, al tratarse de un edificio con historia, una de sus prioridades es respetar la fachada aunque tendrá que rehabilitarse en profundidad debido a su mal estado actual. Eso en el exterior, ya que su interior pasará a ser 100% sostenible.
La residencia que ocupará parte del antiguo colegio María Inmaculada -que ahora es un centro de formación profesional- se encuentra en una fase de desarrollo muy inicial y, aunque en principio se calcula que contará con 87 plazas para residentes, desde la empresa explican que el proyecto podría cambiar desde esa primera intención hasta el momento en el que finalmente comiencen los trabajos.
Calidad en Dependencia es una de las entidades que tiene proyectada una residencia para Santander a falta de algunos trámites con el terreno donde se construirá. Su presidente, Rubén Otero, explica que la intención es que tenga 90 plazas, entre 75 y 80 en habitaciones individuales. «Se dividirán por grupos de 30 personas que tendrán sus propios espacios y zonas comunes». Este grupo tiene prevista la instalación de dos centros más, con las mismas plazas, en el entorno de Torrelavega y Los Corrales. Una será también para mayores y otra para personas con discapacidad. La otra residencia que está proyectada para Santander se localizará en la calle Campogiro pero aún se encuentra en una fase muy inicial. Pertenecerá a la empresa Vitalia -que tiene más centros en la región- y aún no se han hecho públicos los datos sobre su capacidad y servicios.
La última de las residencias proyectadas para Santander estará impulsada por el propio Ayuntamiento y se ubicará en una parcela municipal localizada en el Primero de Mayo. Aunque el estudio de viabilidad económica de este proyecto se aprobó en 2018, las obras no han empezado todavía. La intención del Consistorio es que cuente con 170 plazas y tenga una concesión a 40 años, de los que los dos primeros se destinarán a las obras para levantar el inmueble.
Además de Santander, son varios los municipios que presentan carencias de plazas en residencias. Por ello, la consejera de Empleo y Políticas Sociales, Ana Belén Álvarez, va a iniciar esta semana una ronda de reuniones con los ayuntamientos de Cantabria donde el 'Estudio de Necesidades de Recursos de Atención a la Dependencia para el periodo 2023-2027' prevé la necesidad de impulsar nuevas dotaciones. El informe, elaborado por la Dirección General de Políticas Sociales, calcula que será necesario concertar cerca de 1.500 nuevas plazas para mayores en la región durante los próximos seis años para dar respuesta al incremento de la demanda como consecuencia del aumento de la esperanza de vida y el envejecimiento de la población.
La ronda de contactos comenzará mañana con una reunión en Castro Urdiales entre la titular de Políticas Sociales y la alcaldesa del municipio, Susana Herrán. En los próximos días, Álvarez también se reunirá con representantes municipales de Santander, Medio Cudeyo y las Zona Básicas del Alto Asón y Altamira para analizar la necesidad de desarrollar más plazas residenciales para personas mayores en estos municipios. En cuanto a la ampliación de la red de plazas de atención diurna también será necesaria su promoción en Santander, Camargo, Piélagos, Trasmiera y Altamira.
Entorno del Sardinero
La nueva residencia La Pereda ya tiene gran parte del trabajo hecho. En la actualidad, se están realizando intervenciones tanto en el exterior del edificio como en el interior. Por fuera, ya se ha retirado todo el amianto de fachadas y techos y se está colocando la nueva cubierta, ahora de zinc. En los interiores, se están remodelando los espacios y comenzarán a amueblarse a partir de mayo, en la recta final de las obras. La parte estética recaerá sobre el artista Steve Camino, quien decorará con grafitis y sellos con imágenes de Cantabria las diferentes estancias de la residencia. Según la previsión, las obras estarán terminadas en verano, aunque la burocracia administrativa retrasará algunos meses más su inauguración.
Esta residencia, que cuenta con una inversión de 5,5 millones de euros, tendrá 181 plazas, cinco para apartamentos tutelados y una treintena dedicadas al centro de día. Además, se crearán más de cien puestos de trabajo directos. Entre sus servicios, incorporará peluquería y podología, sala de pintura y manualidades, huertos adaptados, sesiones de cine diarias, comedores privados para familiares, biblioteca y lavandería. Los menús se elaborarán en el centro.
Además, esta renovada residencia tendrá algo en común con la NASA (la agencia espacial estadounidense): su tecnología para eliminar el 99,9% de los virus y las bacterias del aire. Este sistema pionero de limpieza será una de las muchas innovaciones con las que contará el edificio. ¿Está pensado el edificio para luchar contra el coronavirus? Y para todo lo que esté por venir. El administrador de la empresa Mundiresidencias, Jesús López, ya tiene la vista puesta en el futuro y en los posibles virus que sustituyan al covid, para los que el inmueble también estará neutralizado.
En la calle Ataúlfo Argenta
Primero fue el hotel Ignacia y después fue renombrado como hotel Central. Un edificio emblemático en el centro de Santander que está cerrado desde 2015. Desde entonces, el paso del tiempo ha hecho mella en él y su fachada muestra una imagen de abandono potenciada por numerosas pintadas. Pero esto está cerca de cambiar. Onisan Inmuebles tiene proyectada una residencia de mayores que volverá a dar vida al edificio sin dejar que pierda su esencia. Fuentes de la empresa dejan clara su intención de respetar y mantener su aspecto histórico, aunque será rehabilitado para remediar las malas condiciones en las que se encuentra actualmente. Para garantizar ese respeto por su fachada original, Onisan contará con una empresa especializada en rehabilitar edificios históricos. «Queremos conservar el patrimonio y dejarlo en todo su esplendor». Además, recuperarán el primer nombre que tuvo como hotel: Ignacia.
Aunque por fuera mantendrá su estética, por dentro se transformará por completo para convertirse en un edificio sostenible que tendrá espacio para unos 53 o 54 residentes, un número que aún está por definir. Desde Onisan destacan que «nos importa más la calidad que la cantidad» y que, como empresa familiar, quieren que su residencia también mantenga ese espíritu familiar. «Es un proyecto bonito en una zona espectacular que además permitirá recuperar un edificio histórico».
Onisan se encuentra ahora en medio de los trámites y papeleos necesarios para que las intervenciones puedan arrancar. Una vez iniciado, el plazo de ejecución será de 18 meses. Además, esta nueva residencia creará en torno a 40 o 50 puestos de trabajo, con personal titulado para dar un servicio profesional y con servicio médico, enfermería y psicología.
Antiguo colegio María Inmaculada, en la calle Canalejas
El antiguo colegio María Inmaculada, en la calle Canalejas, dividirá sus instalaciones entre los estudiantes de formación profesional y los más mayores. La mayor parte de este céntrico edificio se destinará a una residencia de la tercera edad con una capacidad para 87 plazas, un número que podría sufrir alguna variación de aquí a su puesta en marcha, ya que el trámite para transformar este espacio se encuentra todavía en una fase muy inicial y podría contar con alguna modificación según vaya avanzando. El pasado verano, en una Comisión de Desarrollo Sostenible del Ayuntamiento de Santander, se aprobó de forma definitiva la modificación de la categoría del equipamiento educativo del colegio para su destino a residencia de mayores, aunque se seguirá mantiendo en un pequeño sector del mismo el uso educativo para que ambas actividades puedan seguir conviviendo en el mismo espacio.
Aunque todavía se desconocen los plazos que la empresa interesada maneja para transformar parte de este colegio en una residencia, sí se saben algunos de los servicios con los que contará una vez se lleven a cabo las obras y este nuevo centro para mayores esté operativo. La empresa que lo gestionará y que tiene otros centros de este tipo a lo largo de todo el país habitualmente distribuye las estancias en diferentes unidades de convivencia independientes para favorecer la personalización en atención a los residentes. Además, el equipo humano de estos centros ofrece un cuidado personalizado con el objetivo de mejorar o mantener el nivel de autonomía personal de los residentes. Esta empresa está especializada en la atención al alzhéimer y otras demencias, y atiende más necesidades: rehabilitación, psicogeriatría, trastornos de conducta y atención gerontológica, entre otras.
En el Primero de Mayo
El Ayuntamiento de Santander tiene proyectada una nueva residencia de mayores en una parcela municipal situada en el Primero de Mayo. Aunque las intervenciones aún no han comenzado, la intención es que cuente con 170 plazas de las que 162 serán residenciales y las otras 12 para una unidad de convivencia. Se contempla que la duración de la concesión sea de cuarenta años, los dos primeros corresponderán con la ejecución de la obra de construcción del edificio y los 38 restantes serán los de gestión del servicio.
Esta residencia para mayores se ubicará entre las calles Rosalía de Castro y Faustino Cavadas, en un terreno que cuenta con una superficie de 7.315 metros cuadrados en los que, según la edificabilidad permitida, se podrá construir un edificio de tres plantas. Como recoge el estudio de viabilidad económica que se aprobó en 2018, este equipamiento estará integrado por un centro de atención 24 horas para personas en situación de dependencia. En el área de residencia se prestará alojamiento, temporal o permanente, para personas mayores que, en razón de su grado de dependencia y de su situación social, requieran una atención integral que favorezca su desarrollo personal.
También se ofrecerán servicios de lavandería y limpieza, asistencia sanitaria de baja complejidad técnica, actuaciones preventivas o rehabilitadoras permanentes, cuidados de enfermería, control y seguimiento médico periódico, entrenamiento en habilidades personales y sociales y cauces de participación del ocio y la cultura. Por su parte, las unidades de convivencia se constituirán como espacios independientes con estructura y ambiente de hogar en las que convivirán grupos de hasta doce personas que recibirán todos los apoyos necesarios.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Noticias seleccionadas
Ana del Castillo
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.