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La estación de bicis por la que ha sido sustituído
El banco que ya no está en la calle Alta
En los barrios, hay bares, plazas y rincones que se convierten en seña de identidad. Sus vecinos hacen de estos espacios su día a día. Por pequeños que parezcan, forman parte de sus vidas y sus rutinas, y sin ellos se sienten «raros». «Y más si es de un día para otro», dice Amparo, vecina de la calle Alta, que desde hace cerca de dos semanas ya no puede «descansar» en el banco que estaba entre el supermercado y su casa. «¿Y ahora dónde me siento? Suelo ir cargada y era perfecto para descansar a medio camino». Su sorpresa es la de muchos otros vecinos del barrio, que no entienden por qué el Ayuntamiento de Santander ha retirado el banco que se encontraba junto a la farmacia de la calle Alta, en el número 62, y que ha sido sustituido por un aparcamiento de bicicletas eléctricas.
Unas quejas vecinales que también han llegado hasta la Asociación de Vecinos Isaac Peral, por lo que su presidente, David Vega, se puso en contacto con la Concejalía de Barrios para saber por qué se había tomado esta decisión. «La concejala se ha comprometido a venir para definir la ubicación de ese banco, es decir, que se volverá a poner», añade Vega, que reconoce que «era el único sitio en el que daba el sol».
Pero no se trata solo de eso. «Es que en este barrio vive mucha gente mayor y el banco se encontraba frente a la rampa mecánica. Lo que ocurre muchos días es que, como no funciona, tienen que subir andando y llegan agotados. Por eso era tan necesario», añade Óscar Boo, otro vecino de la zona.
Lo que seguro que no se esperaban desde el Ayuntamiento, cuando se optó por poner en ese lugar una parada de recarga de bicicletas eléctricas, era el revuelo que se iba a formar entre quienes lo utilizan a diario. «Están que trinan. Y con razón. Si se hace algo, qué menos que consensuarlo con los vecinos que viven cerca. Igual puede parecer una tontería, pero a la vista está, por como ha respondido la gente, que no lo es». A juicio de Boo, hay otras ubicaciones cercanas a esta que no hubieran provocado ningún malestar. «Justo detrás hay una plazoleta, donde estaba el cuartel de la Guardia Civil, y donde hay espacio suficiente para poner ese aparcamiento».
En todo este lío, también hay quien «agradece» que la calle Alta tenga una parada de bicicletas eléctricas, un servicio que puso en marcha el Consistorio santanderino el año pasado. «Había que ir más lejos para poder alquilar una bici y están muy bien. Creo que en todos los barrios merecemos poder hacer uso de ellas sin tener que andar veinte minutos porque, entonces, pierde la gracia», apunta Vicente Rueda, un joven que reside junto a sus padres en este céntrico barrio.
Esta nueva parada de la calle Alta entra dentro del paquete de estaciones que está implantando la Concejalía de Movilidad Sostenible ante el «éxito» del servicio. En total, serán doce las nuevas estaciones que se sumarán a las 26 ya existentes. También se añadirán 58 bicicletas a las 200 que ya hay en funcionamiento para garantizar la disponibilidad.
Los doce puntos de recogida y devolución de bicicletas estarán ubicados en puntos como el Alto de Miranda, Cisneros, Tetuán, La Magdalena, la calle Castilla, Guevara, la avenida de Los Castros, en la Universidad de Cantabria (frente al edificio de la Facultad de Económicas), en la calle Alta, la plaza de Pombo, Peñacastillo (junto a la sede del TUS) y en la calle La Pereda.
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Rocío Mendoza | Madrid, Álex Sánchez y Sara I. Belled
Jesús Lastra | Santander
Laura Masegosa | Santander
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