Siete de cada diez niños santanderinos sube de peso durante la pandemia y el PSOE pide que se actúe

El Grupo Socialista en el Ayuntamiento de Santander ha reclamado al equipo de Gobierno (PP y Cs) «más implicación» y una estrategia concreta para prevenir «elproblema de salud pública» que supone el aumento de la obesidad infantil en la ciudad. Según sus datos, durante 2020 el 70% de los menores que acuden a las consultas de Pediatría aumentó de percentil de peso y el 50% empeoró su índice de masa corporal.

Por esta razón, ha presentado este martes una moción para que se debata en el próximo Pleno, en la que pide a la Concejalía de Juventud, Salud y Educación que lidere una estrategia con el objetivo de evaluar el impacto de los programas sobre nutrición, actividad física y prevención de la obesidad que el Consistorio ha venido desarrollando hasta la fecha.

Además, la iniciativa destaca la necesidad de que dichos programas sean actualizados, en colaboración con técnicos y expertos, diferenciando acciones concretas para la población adulta e infantil, además de desarrollar un plan de seguimiento y evaluación del impacto de las medidas que se implementen a medio plazo.

La portavoz adjunta del grupo municipal y responsable del área de Salud, Ana Santurtún, ha subrayado que el aumento «tan significativo» de la obesidad infantil refleja que existe una «pandemia silenciosa» que debe enfrentarse «cuanto antes» con programas específicos y concretos para paliar y revertir las consecuencias médicas derivadas del sobrepeso. Asimismo, ha apuntado que, desde una perspectiva económica, la obesidad disminuye en muchos casos la productividad, aumenta la morbilidad y el gasto sanitario.

La moción pone sobre la mesa datos que el PSOE ha recogido de «diferentes estudios» y que, en su opinión, «son alarmantes y se han agravado con la pandemia. En concreto, apunta que el 40% de los niños españoles entre 3 y 8 años tienen obesidad o sobrepeso, la obesidad abdominal afecta a tres de cada diez menores y se estima que en 2020 se ha producido un aumento del 5% en el peso de los niños y adolescentes.

Para la edil, estas cifras «deben llevarnos a reflexionar sobre la importancia de mejorar los planes y programas del Ayuntamiento, adaptarlos al momento y características concretas de la población con mayor riesgo». Según Santurtún, la prevalencia de la obesidad «está relacionada con el nivel de pobreza» y el impacto de la pandemia en la economía ha supuesto el incremento en el consumo de «alimentos baratos», pero altamente procesados, ricos en sal, azúcar y grasas saturadas.

En esta línea, ha recordado que Santander está integrada en la Alianza de Ciudades contra la Obesidad y que desarrolla también programas sobre nutrición y talleres para sensibilizar y mejorar la salud, aunque «no cuenta con ninguna estrategia para evaluar el impacto de las medidas que desarrolla para poder perfeccionarlas».