La Sociedad Menéndez Pelayo pide más dinero al Ayuntamiento por la venta de su Casa Museo

En esa misma misiva se reconoce que la tasación oficial es de 976.106 euros, si bien en su oferta a la Sociedad el Ayuntamiento descontaría la cantidad desembolsada para las obras de restauración del edificio, que ascendió a 692.972 euros, así como los gastos igualmente costeados por el Consistorio -como personal de vigilancia, teléfono, limpieza, tasa por recogida de basuras, suministro eléctrico y pintura-, que desde mayo de 2007 hasta agosto de 2018 ascienden a un total de 549.682 euros.

Con la propuesta en firme, la junta directiva de la Sociedad se reunió el pasado lunes y acordó enviar una contraoferta al Ayuntamiento. Firmada por su presidente, Borja Rodríguez Gutiérrez, consideran que los 100.000 euros que se les ofrece están lejos del valor de tasación del edificio ya que ellos cuentan con otra elaborada por un tasador profesional que establece el valor en 1.250.000 euros. «Creemos que podemos defender los intereses de la Sociedad y los del 'Proyecto del Barrio de La Florida' estableciendo un precio para la finca que no sea ninguno de los valores que se han indicado en las tasaciones, pero que sea también un justo precio de venta para una propiedad tan importante y fundamental en la ciudad y tan necesaria para el proyecto que el Ayuntamiento quiere poner en marcha». Por ello han decidido pedir 750.000 euros, «precio que supone que la Sociedad Menéndez Pelayo renuncia a medio millón de euros, un 40% del valor de tasación de este inmueble, y que por lo tanto representa una gran concesión de la Sociedad a la ciudad de Santander», señalan en el escrito.

La Sociedad insiste en su ánimo de colaborar con el Ayuntamiento «en beneficio de la cultura» y manifiesta su interés en llegar a un acuerdo que resulte satisfactorio para ambas partes. Sin embargo, muestra su desacuerdo con que, en el precio de la venta, el Ayuntamiento incluya los gastos de restauración y mantenimiento del último año. «No puede considerarse como parte del pago por la compra de la Casa y su finca, ya que en ningún caso se manifestó que supusieran un pago por adelantado para la adquisición del inmueble». Eso sí, como comprenden la dificultad presupuestaria del Ayuntamiento para el desembolso de esos 750.000 euros, proponen que la cantidad se haga efectiva en diversos plazos.

En lo único que están de acuerdo con la oferta municipal es en que se les garantice esa subvención anual de 35.000 euros y en poder seguir utilizando la sede que ocupan hasta ahora, si bien para esto último entienden que «que es conveniente el establecimiento de un usufructo a favor de la Sociedad».

Por otra parte, y dado que uno de los fines primordiales de la Sociedad Menéndez Pelayo es la conservación de la memoria del erudito cántabro, el colectivo entiende que «en el contrato de compraventa debe figurar, además, el compromiso por parte del Ayuntamiento de que la Casa Museo de Menéndez Pelayo seguirá utilizándose única y exclusivamente para ese fin, que dispondrá de personal para ser visitada y que el Ayuntamiento no podrá destinar las estancias de lo que hoy es la Casa Museo a otra actividad, labor o institución sin permiso expreso de la Sociedad Menéndez Pelayo reunida en Asamblea General».

Por último, recuerdan que aún queda pendiente de pago la cantidad de 42.157 euros que el Ayuntamiento debe a la Sociedad en concepto de las actualizaciones del IPC que no se realizaron del convenio que el Consistorio y la Sociedad firmaron y mantuvieron desde el año 2007 hasta el 2016, por lo que la agrupación entiende que esta firma de compraventa es un buen momento también para satisfacer finalmente esta deuda.

Ahora la pelota está sobre el tejado del Ayuntamiento, que estos días estudia la contraoferta de la Sociedad. En los últimos años ambas entidades han mantenido el diálogo pese al tenso litigio y los desencuentros sobre el apoyo económico municipal y la actividad cultural desarrollada. El Ayuntamiento llegó incluso a replantearse en 2017 su vínculo con la Sociedad, y ésta acusó a la Concejalía de «desinterés» y consideró el cierre de la Casa Museo si no había acuerdo.