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Á. Casado
Santander.
Miércoles, 10 de abril 2024, 02:00
Las obras en el entorno de la Catedral de Santander acabaron hace un par de años. Entre otras actuaciones, se renovó la calle Obispo Juan Plaza, se estrenó la plaza Eguino y Trecu y se remodelaron las Dependencias Capitulares. Y ahora toda la zona ... está completamente renovada, excepto un pequeño solar. Aunque no tiene muchos metros cuadrados es muy visible, ya que está junto a las escaleras de acceso al templo y se ve desde abajo y al subir.
Por el paso del tiempo sin uso, acumula malas hierbas y basura, ya que está cerrado al público con un cristal de menos de dos metros que no impide que la gente pueda tirar objetos dentro, pero a la vez dificulta entrar a limpiarlo. Entre otros desperdicios, hay varios paneles informativos de los últimos descubrimientos que se hicieron en la necrópolis hallada junto a la Catedral. Y los planes del Ayuntamiento pasan justamente por colocar paneles allí y organizar actividades culturales, aunque están pendientes de concretarlo con el Obispado.
Según explica la concejala de Cultura, Noemí Méndez, la intención del Ayuntamiento es que el solar «pueda utilizarse para pequeñas actuaciones dentro de su uso lógico, entre ellas, albergar paneles expositivos puntuales de un tema concreto, lecturas dramatizadas o recitales de pequeño formato en los que el público estuviera de pie rodeando la escalinata de la Catedral».
Pero, de momento, no hay planes concretos definidos ni fechas para ejecutarlos, ya que la edil añade que, «teniendo las obras del edificio del antiguo Banco de España, estamos pendientes de definir con el Obispado algunos de los usos de su interior y, en base a ello, se planificará la actuación».
Una de las intervenciones más relevantes en esta zona fue la excavación arqueológica de Los Azogues, que permitió comprender mejor cómo era la ciudad en la Edad Media. La excavación, realizada por los arqueólogos Lino Mantecón y Javier Palacios, sacó a la luz varias necrópolis, cerámicas del siglo XII, restos de una ballena y más de ochenta cuerpos enterrados en varios niveles de cementerios. Debido a los importantes descubrimientos, la investigación científica se alargó más de lo previsto -hasta mediados del año pasado- y reveló gracias a la prueba del carbono 14 que un tramo de la muralla descubierta durante el desentierro data del siglo X-XI, 150 años antes de la concesión del fuero a Santander, un hallazgo que permitió confirmar el origen urbano de la ciudad antes de lo que se pensaba. Una de las iniciativas más destacadas tras la localización del cementerio fue la recreación de una mujer santanderina de la Edad Media.
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