La subasta del Palacio Cortiguera de Santander queda desierta

El inmueble está en manos de la Dirección General de Policía y se sacó a subasta hace varias semanas junto a otros del mismo propietario repartidos por toda la geografía nacional. Las ofertas se revisaron este miércoles día 24 y desde el Ministerio del Interior solo confirman que, por el momento, Cortiguera no cambia de manos: con un lacónico «la subasta ha quedado desierta» se informa de que no ha habido interesados.

La finca salía a subasta por casi 760.000 euros y era necesario consignar unos 38.000 para participar en la puja con todos los derechos. Según los pocos datos que su propietario difundió al hacer pública la venta, su valor catastral en 2023 (a efectos de Hacienda) se había fijado en 325.000 euros. De estos, 291.000 corresponden al valor del solar en que se ubica –son en total 574,00 metros cuadrados– y otros 94.000 al edificio, que cuenta con 624,00 metros construidos.

El inmueble está libre de cargas, pero quien lo adquiriera tendría que atenerse a unas condiciones concretas que pueden consultarse en el Registro de la Propiedad: en la parcela que circunda el palacete no se podrá construir. Tampoco se podrá cerrar la finca por la parte del Noreste.

De momento, el Ministerio no desvela cuál será el siguiente paso, por lo que se desconoce si se volverá a poner en el mercado con otro precio de salida. Es pronto para saber qué decisión se tomará: es la Gerencia de Infraestructuras de Seguridad del Estado (Giese) donde se tratará sobre su futuro.

El palacio data de finales del siglo XIX (se construyó en 1888) y fue diseñado por el arquitecto Atilano Rodríguez para albergar tanto la residencia como la consulta médica del doctor Joaquín Cortiguera. Posteriormente, fue utilizado como Cámara de la Propiedad Urbana de Santander. Luego se quedó vacío y tuvo varios titulares oficiales.

En años recientes, el Ayuntamiento de Santander se había fijado en él para remodelarlo a fondo e instalar allí unas dependencias municipales que también acogieran un museo de la ciudad o un centro de interpretación. Sin embargo, el alto coste de la operación acabó por suponer un freno para cualquier idea que lanzaba el Consistorio. Ante este último intento de la Administración del Estado de deshacerse de él, el equipo de Gema Igual ya había anunciado que no acudiría a la subasta. Igual reclamaba una cesión gratuita a la ciudad a cambio de que fueran las arcas municipales quienes lo mantuvieran en el futuro.

El inmueble salió a concurso público junto a otros mucho menos glamurosos. Se ha podido pujar, por ejemplo, por dos casas cuartel de la Guardia Civil (en pueblos de Barcelona y Guadalajara), por una parcela en Plasencia (Cáceres), un solar en Los Arcos (Navarra) y el edificio de una antigua aduana en Valencia de Alcántara (en Cáceres). Todos ellos, con precios de salida muy por debajo de Cortiguera.