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Una densa nube de humo comenzó a descolgarse hacia los pisos inferiores pasadas las ocho y cuarto de esta mañana desde la quinta planta del ... antiguo edificio Simeón, en Pasaje de Peña (Santander), para disparar los nervios de los cientos de trabajadores que a esas horas estaban ya operativos en el bloque de oficinas: «Había muchísimo humo y no sabíamos exactamente qué estaba pasando», comentó Eduardo Garmendia, empleado del Servicio Publico de Empleo Estatal (SEPE), que tiene sus despachos en la cuarta planta. Está muy reciente lo ocurrido en el fatal incendio del número 33 de Juan de la Cosa, que se cobró tres fallecidos, y por eso esta mañana en el Pasaje de Peña todo el mundo se temió lo peor aunque, por suerte, quedó en un susto. Un empleado vació dos extintores en el lugar donde comenzaron las llamas, uno de los cuartos de las oficinas de Mapfre, y fue el único que tuvo que ser trasladado al hospital Valdecilla para una evaluación médica por inhalación de humo, «aunque se encontraba bien».
Era el jefe de administración en Mapfre, el único que había llegado a esas horas a los despachos. Comenzó a oler a quemado en el cuarto de archivo y cuando abrió la puerta le envolvió una nube de humo. «Me ha contado que cogió un extintor y lo vació. Luego cogió otro y lo mismo, hasta que lo apagó», cuenta Francisco Javier Villasur, otro trabajador de la quinta planta que ayudó al primero a salir del lugar «porque no hacía más que toser y estaba muy congestionado». Los dos extintores fueron suficientes para apagar el fuego porque cuando llegó la Policía y los bomberos no tuvieron que intervenir más que para evacuar el edificio. Una medida que se tomó por precaución. Los agentes también cortaron el tráfico en el túnel de Pasaje de Peña en dirección a las estaciones de autobuses y de tren durante aproximadamente la media hora que duró la actuación de los servicios de emergencia.
Larga espera
A las diez de la mañana todavía había muchos empleados en la calle aguardando a poder regresar al trabajo. «Nos han dicho que ha habido un cortocircuito en un despacho de la quinta planta, pero no sabemos nada más. Nos dijeron que bajásemos y aquí hemos estado más de una hora», contó Amparo Pérez, empleada del Sepe, en la cuarta planta. «Olía a quemado pero no hemos visto llamas», agregó.
Fuentes de la Policía Local han asegurado que el fuego fue apenas un conato, algo «muy poco importante». El origen del incendio estuvo en la bomba de calor de la calefacción de las oficinas de Mapfre. «Algo ha pasado ahí dentro que ha comenzado a quemarse», explicó Villasur mientras señalaba al hueco en la pared por donde se veía el aparato chamuscado. De no ser por la pronta intervención del empleado que lo sofocó, las llamas podrían haberse propagado por el resto de despachos por el conducto de ventilación. De hecho, el humo ha dejado manchas en todos ellos a través de las rejillas que conducen el aire.
«Todo ha quedado en nada, pero podía haber sido grave», insisten en Mapfre; aunque el susto ha sido lo peor. Sobre todo el que se han llevado las compañeras del empleado trasladado a Valdecilla. «¿Está bien? ¿Está grave?», preguntó una de las trabajadoras con los ojos humedecidos al regresar al lugar de trabajo, que ha quedado hoy inutilizado porque la suciedad y los restos de humo hicieron imposible trabajar allí.
Para el resto de las oficinas, de la cuarta planta e inferiores, el día transcurrió como otro cualquiera.
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