Los residentes del edificio de Isabel II entrarán hoy a recoger sus enseres

Por lo pronto este sábado mismo, pasadas 24 horas desde que se consolidara el pilar con un refuerzo de hormigón –es este plazo de tiempo en que el material tarda en cuajar y solidificarse–, los residentes podrán entrar en sus viviendas unos minutos, acompañados de los bomberos, para recoger algunos objetos de primera necesidad. «Se supone que con el apuntalamiento que se ha hecho, la ejecución del refuerzo del hormigón y con el fraguado de 24 horas, ya hay unas condiciones que permiten esa entrada», añadió César Díaz, concejal de Fomento, Vivienda y Movilidad.

Pero tendrán que aguardar hasta el próximo martes para conocer el estado de las cosas. «Será entonces cuando los arquitectos municipales se reunirán con los responsables de la obra de rehabilitación del edificio para poner en común las novedades y estimar cómo se va a proceder en el futuro», certificó Díaz.

Puede darse el caso de que los expertos decidan avanzar en las obras con el edificio vacío, o que crean compatible la intervención con el regreso de los vecinos. «Eso no lo sabemos ni lo vamos a saber hasta la semana próxima», avanzó la alcaldesa.

Entre los vecinos se respiraba resignación y pena; porque era un problema conocido por todos, dado que la comunidad de propietarios tenía en su mano desde hacía más de dos años un expediente administrativo abierto por el Ayuntamiento para acometer las obras de rehabilitación. Todo después de que el reacondicionamiento de uno de los bajos comerciales, que hoy acoge una tienda de telecomunicaciones, alumbraran importantes deficiencias estructurales en un edificio cuya construcción data de 1945. Tiempo de posguerra, cuando los materiales no eran los mejores, y la calidad del hormigón tampoco.

«La alcaldesa se ha portado muy bien, de eso no tenemos ninguna queja», avanzó Esther, vecina del sexto piso, que el jueves por la tarde se vio obligada a salir corriendo de su casa con sus dos perros pequeños. «Lo que nos da es pena es que no sabemos cuánto tiempo vamos a estar sin poder volver a casa y hay que pensar además que hay mucha gente mayor que vive aquí y no está para estos sustos», aclaró. Su deseo es claro: «Que nos tengan fuera si es lo que necesitan, pero que lo arreglen ya cuanto antes para que no vuelva a dar más problemas».

A la reunión en el Consistorio santanderino también acudió Sol Vallejo, propietaria del local que tiempo atrás acogió la joyería Salamanca y que hoy se rehabilita para instalar una tienda de ropa interior. «Estamos afectados porque al principio de esta crisis se nos echó la culpa. Decían que el problema estaba en las obras de acondicionamiento del local y en realidad no tiene nada que ver con nuestro espacio», reivindicó. «Nosotros, de hecho, fuimos de los primeros hace años en reforzar los pilares porque ya se sabía que estaban muy delicados», confirma Vallejo.

El desalojo del edificio, que cuenta con 29 viviendas –aunque solo una decena ocupadas con 21 vecinos en total–, 9 locales a pie de calle y 8 en el entresuelo, se produjo el jueves sobre las 19.15 horas por resolución del Ayuntamiento después de que el técnico responsable de las obras de rehabilitación lo solicitara al detectar que había un pilar debilitado. Una medida que obligó a cortar el tráfico de la calle Isabel II y restringir el paso en la calle San Francisco, afectando a unos locales anexos al número 13, unas restricciones que se mantendrán al menos hasta este sábado a las 16.00 horas, cuando podrá reconsiderarse la acotación si las labores de refuerzo del pilar que saltó las alarmas son satisfactorias.

Más adelante, tal vez a partir de este próximo martes, cuando se reúnan los técnicos municipales con los responsables de las labores de rehabilitación del edificio, se buscarán también las razones por las que la estructura se encuentra tan dañada en el edificio. De entrada, la alcaldesa de la ciudad ha avanzado que podría deberse al «hormigón irregular». La calidad de los materiales no era la mejor en la época en la que este inmueble fue construido, en plena posguerra y con poco medios. Son varios los edificios del centro de la ciudad que han sufrido aluminosis. Esa afección por la que el hormigón se va haciendo más poroso y pierde sus propiedades estructurales. Una 'enfermedad' estructural que ha salido a la luz sobre todo desde que se impusiera la obligatoriedad de superar el Informe de Evaluación de los Edificios (IEE) para todos los inmuebles con más de 50 años.

Entre tanto, los vecinos aguardan a que el Ayuntamiento dé luz verde a la posibilidad de acceder a los inmuebles y locales comerciales para extraer productos de primera necesidad. Una oportunidad que están esperando también los comerciantes, como Ricardo Bermejo, responsable de la tienda de telefonía donde se ha detectado el problema de la columna:«Estamos preparándonos para sacar todo como si fuéramos ladrones, porque vamos a tener poco tiempo», bromeaba tras conocer esa medida.

Los grupos municipales del PSOE y del PRC en el Ayuntamiento de Santander han solicitado este viernes una convocatoria extraordinaria de la Comisión de Desarrollo Sostenible del Consistorio para que comparezcan los técnicos municipales encargados del expediente del edificio desalojado ayer en la calle Isabel II número 13 para informar sobre la situación de emergencia del inmueble.

Y es que tras la noticia sobre el desalojo de los vecinos del edificio por precaución al ser detectados daños estructurales, PSOE y PRC quieren que se den «todas las explicaciones necesarias porque creen que la mejor manera de resolver la incertidumbre de muchos santanderinos es con información veraz y detallada del estado del edificio, así como de edificios colindantes».

En una solicitud firmada por ambos portavoces, Daniel Fernández y José María Fuentes-Pila, respectivamente, solicitan saber cuántos edificios de similares características en Santander tienen en la actualidad abierto expediente para realización de informe estructural.

Al mismo tiempo, socialistas y regionalistas quieren conocer cuál es el tiempo que concede el Ayuntamiento para la realización de esos informes desde que se exige a la comunidad efectuar el informe.