Los trabajadores de la empresa de recogida de basura de Santander amenazan con movilizaciones

El comité de empresa de Ascan-Geaser UTE, la empresa concesionaria de la limpieza viaria y recogida de basuras de Santander, acaban de amenazar con «movilizaciones» por «un nuevo retraso en el cobro de las nóminas» si tanto la empresa como el Ayuntamiento de Santander no ponen fin a esta situación. Según ha informado en un comunicado, ayer, la dirección de Ascán-Geaser comunicó a la representación de los trabajadores que no iba a abonar la nómina a los más de 300 empleados con que cuenta.

Durante la reunión, la concesionaria comunicó al comité «los graves problemas» que existen entre el Consistorio y la compañía por el cumplimiento del contrato. El comité ha explicado que Ascán-Geaser justifica la medida en el hecho de que el Ayuntamiento ha descontado el mes pasado el 25% del recibo mensual que debe abonar por el servicio. El municipio argumenta una serie de incumplimientos en la limpieza de la ciudad, y que este mes «todo parece indicar» que se va a repetir esa penalización mensual del contrato.

En plan pescadilla que se muerde la cola, Ascán-Geaser habría informado al comité -siempre según su versión- de que «con este varapalo económico le va a resultar muy complicado el abono puntual de las nóminas a la plantilla».

El origen del conflicto está en la suciedad que se ha adueñado de la ciudad, tal como están denunciando reiteradamente colectivos vecinales, vecinos en las redes sociales y hasta propio concejal de Contratación, Javier Ceruti, que ha expresado en público en varias ocasiones su malestar por la falta de limpieza de la capital. El edil también ha aludido a la necesidad de cambiar esta dinámica «de la que desde el Ayuntamiento de Santander se responsabiliza por completo a la empresa adjudicataria», señala el comité de la firma.

Pero al tiempo los portavoces de la plantilla han recordado que los trabajadores llevan «años denunciando la destrucción de empleo que ha supuesto el actual contrato de la basura y limpieza pública en la ciudad. La reducción de 60 puestos de trabajo fijos que contemplaba el pliego de condiciones, como medida de abaratar costes a las arcas municipales, ha dado como resultado un servicio deficitario y unas calles más sucias. El contrato se redujo un 24%, con un ahorro de varios millones de euros».

Según sus datos, «esta era la primera vez que el servicio reducía personal y esa bajada temeraria ha dado como resultado una disminución notoria de la calidad del servicio. Esta situación fue objeto de varias alegaciones por parte del comité de empresa en el año 2012», todas ellas desestimadas por el Ayuntamiento de Santander.

Los portavoces sindicales han asegurado que estos ahorros se han traducido directamente «en un peor servicio, puesto que la ciudad ya no cuenta con operarios de limpieza en sus calles diariamente como antes. La plantilla lleva mucho tiempo aguantando quejas de los vecinos, que no comprenden lo que ocurre, tal vez porque los responsables municipales no se lo han explicado».

Ante la comunicación recibida por la empresa respecto a sus sueldos, el comité «no entra a valorar las medidas tomadas por el Ayuntamiento, pero la plantilla no tiene ninguna responsabilidad y 300 familias no pueden ser rehenes. Ya se han perdido 60 puestos de trabajo fijos y se ha deteriorado seriamente el servicio El Ayuntamiento de Santander y la empresa concesionaria tienen que garantizar que esta plantilla cobre su nómina puntualmente. Si no se nos escucha, y se adoptan medidas para ello, se propondrán medidas para defender nuestros salarios». Es decir, movilizaciones.

Los trabajadores de Ascán-Geaser han convocado varias huelgas en los últimos años siempre en momentos sensibles, sabedores de que dejar la basura sin recoger en las calles es una eficaz medida de presión para el Ayuntamiento. Las últimas veces, la amenaza de paro llegó en torno a las fiestas de Santiago de la capital, como ocurrió en 2017. En esta ocasión, dejan caer que este conflicto en el seno de la empresa se produce durante una pandemia y ni un solo día los trabajadores han faltado a su trabajo, «esencial para la salud pública».