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Gente que entra y sale, dudas, últimas compras... Son días de no parar y que transcurren acompañados de esos nervios que, a veces, son inevitables. Sobre todo cuando se acerca una fecha importante y parece que las horas no van a ser suficientes para terminar la lista de tareas pendientes. Por eso esta semana es «intensa», reconoce Ismael de la Vega, presidente de la peña La Pera, mientras camina por la nave en la que las comparsas ultiman los detalles de sus carrozas. Apenas les queda un día para dejarlo todo listo para el desfile que mañana sábado recorrerá las calles de Santander. No obstante, es un estrés que se vive «con alegría», añade. Sobre todo este 2023 tras dos ediciones con celebraciones más descafeinadas. Así que la fiesta de este año la han cogido «con ganas». Ellos saldrán con dos carrozas: una casa y un barco vikingos. Este último con una estructura hecha a base de palés. Madera que se han encargado de cortar, lijar, pintar y dar forma. Al menos diez días de trabajo. ¿Y cómo surge la idea? En este caso es, dice, un «remember (recordar en inglés)» del tema que escogieron allá por 1998 cuando ya salieron disfrazados de vikingos.
El espacio en el que terminan sus diseños, cedido por el Ayuntamiento de la ciudad –algo que agradecen porque de otra forma «no podríamos hacerlo»–, lo comparten con otras cinco comparsas. Un gentío que ayuda a crear un ambiente «bonito», señala Ismael. Porque quienes pasan por allí son ya «compañeros» y eso convierte los días de trabajo detrás del desfile, en momentos divertidos. A veces alguien lleva unas tortillas y comen juntos, en alguna mesa incluso pueden verse botes de aceitunas o bebidas. Como si la fiesta ya hubiera empezado. Y es que los preparativos también forman parte del Carnaval. Algo que ellos saben bien. Al menos por la experiencia que llevan a la espalda.
Y entre materiales, manualidades, pinceles y otras tantas herramientas, habla con la misma ilusión Patricia Vega, de la Asociación recreativa los Expulsados que participa en el desfile por primera vez. «Teníamos muchísimas ganas». Llevaban años dándole vuelta a la idea y por fin han decidido formar una comparsa con más de cuarenta participantes entre amigos y familiares. Arrancar no ha sido fácil porque para este primer desfile el presupuesto no era elevado: «No podíamos pedir aportaciones muy altas», reconoce Patricia. Pero no pasa nada. Se han apañado para llegar a todo y tener la carroza y los disfraces de gnomos preparados. Ese es su tema: David el gnomo. Detrás de una parte de todo ese trabajo está «la suegra de un amigo», admite. Una mujer de 76 años que les ha ayudado con la vestimenta y es «el alma de todo esto. Nos ha hecho los patrones, nos ha enseñado a cortar, ha hecho unos muñecos...», enumera. También coincide Patricia en que el ambiente es «una pasada» y destaca ese compañerismo con el resto de grupos. Para esta asociación –aunque algunos habían ayudado en otras carrozas– la aventura es nueva, pero no han estado solos, porque han «Nos han dejado material, herramientas...». E incluso ha habido quien ha aparcado durante un rato sus propias tareas para echar una mano en su carroza. «Aquí te acogen mucho», añade.
La alegría del carnaval se percibe en las caras de ilusión de quienes participarán en el desfile que arrancará mañana a las 18.30 horas de Gamazo y recorrerá la arteria principal de la ciudad hasta llegar a la plaza del Ayuntamiento, punto en el que los participantes dejarán sus vehículos para finalizar la ruta en la plaza Porticada. Y el olor de la nave es el encargado de dar las pistas de esos detalles en los que se centran los participantes estos últimos días: sobre todo la pintura. A eso huele nada más entrar. Y de fondo suena algo de música porque también es importante probar los equipos de sonido. Sí, ya están de fiesta. «Lo pasamos bien, sí», reconoce Tamara Peña, de la Asociación Donde Vamos la Liamos y que participa por tercera vez en el desfile.
Saldrán disfrazados de zíngaros y, como carroza, han preparado –o están en ello– una carreta flamenca. En eso andan estos días: «Es un no parar», resume. Empezaron hace apenas tres días así que ahora les toca apretar el ritmo. Pero no importa ese estrés porque «al final lo vives con alegría». Con sus amigos y con el resto de comparsas con quienes terminan formando «una pequeña familia», coincide Tamara.
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Rocío Mendoza | Madrid, Lidia Carvajal y Álex Sánchez
Álvaro Machín | Santander
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