El tren había partido de la capital española a las 19.05 horas y estaba previsto que llegase a Santander alrededor de las 23.15 horas. Tras la avería sufrida en la localidad palentina, el convoy llegó a la estación de la capital cántabra a falta de diez minutos para que el reloj marcase la una de la madrugada.
El fallo en el sistema, conocido como ASFA, obligó a detener el tren, con los pasajeros a bordo, durante una hora y media, hasta que se consiguió subsanar el fallo. En un primero momento, la compañía Renfe valoró enviar un nuevo convoy, pero debido al elevado número de pasajeros, finalmente se optó por esperar a que finalizara la reparación, según informa la compañía.
«El personal fue muy amable, nos ofrecieron agua y nos mantuvieron informados en todo momento, pero tuvimos suerte de que hacía buen tiempo porque muchos viajábamos sin equipaje, ni abrigo, ni nada», añade Herrero.
«Esto es el cuento de nunca acabar, si no es la catenaria, es el contador de señales, estamos muy hartos y fue lamentable, una vez más«, añade Herrero.
La compañía recuerda que ante esta avería «inesperada», los viajeros tienen derecho a la devolución del importe del billete.
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