La unión de las salas Riancho y Bringas habilita un espacio para 200 personas en La Magdalena

Mada Martínez

Santander

Viernes, 29 de noviembre 2019, 13:37

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Las obras de rehabilitación del Palacio de La Magdalena avanzan y se va revelando el aspecto que tendrá el interior del edificio, más ... diáfano, al término de los trabajos. Por lo pronto, ya se ha retirado el tabique que separaba las salas Riancho y Bringas, en la planta principal, con lo que se habilita un nuevo espacio con capacidad para 200 personas en caso de utilizarse como aula. Antes, cada salón tenía capacidad para 80 y 60 personas respectivamente, con lo que se ganan otras sesenta plazas con la unión. Sin contar con el Paraninfo -ubicado junto a las zona de las caballerizas y con un aforo de unas 350 personas-, el nuevo salón será el espacio con más capacidad del Palacio, y dará respuesta a parte de las necesidades que plantean los cursos de verano de la UIMP o los congresos que se programan durante el año. «Toda esta actividad hace necesaria una rehabilitación, en la que no se van a ver afectados los santanderinos, dado que se ha adecuado el calendario de las obras para que se puedan seguir celebrando enlaces civiles (e celebran unas 200 bodas al año en el Palacio), tanto en la recepción como en el comedor de gala», expuso hace unos días la alcaldesa, Gema Igual. También está previsto mejorar, en esta y en el resto de salas del edificio, las condiciones tecnológicas (sistemas de multiconferencias o de traducción simultánea, entre otros).

Ocho meses de obras

Las obras de rehabilitación de La Magdalena, un proyecto redactado por el estudio Lafuente Arquitectos, comenzaron hace una semana aproximadamente. Durarán unos ocho meses, se han presupuestado en 2,6 millones de euros y las ejecutará la empresa Dragados. Se trata de la renovación más importante del palacio y del recinto en un cuarto de siglo, después de que, entre los años 1994 y 1995 se rehabilitara de forma integral.

Las obras, por un lado, implicarán la renovación de las dependencias, incluidas las instalaciones eléctricas, de climatización, de detección de incendios o de cocina, entre otras. También está previsto renovar los exteriores, y los operarios trabajan ya en la urbanización de estas zonas. Además, se intervendrá en otros puntos del recinto: el Paraninfo o la Casa de los Guardeses (esta última se convertirá en una oficina de información turística, con tienda y despacho para congresos).

Pavimento o farolas se renovarán casi al completo. También las ventanas: se sustituirán las de madera por otras de aluminio reciclado -en un 75%, que además presentan una baja huella de carbono en su fabricación- para, de este modo, reforzar el aislamiento de un edificio construido entre los años 1908 y 1913.