El vallado de los bajos del Casino se retira este mes y la plaza ganará 250 metros cuadrados

El espacio que se liberará, aunque haya estado ocupado por las peceras, es de propiedad municipal y desde el Ayuntamiento explican que los metros que recuperen los urbanizarán con losas de granito iguales que las del resto de la plaza para mantener la continuidad de todo el espacio.

Las obras, centradas en la parte oeste del Casino, se encuentran en una fase muy avanzada. «Todo ello permitirá recuperar exactamente la fachada original de la planta baja en más de 80 metros de longitud y devolver al edificio todo su esplendor, con sus arcos, molduras y balaustradas características, teniendo en cuenta que forma parte del conjunto histórico-artístico y del Plan Especial de Protección del Sardinero, catalogado con el máximo nivel de protección», explica el concejal de Fomento, César Díaz.

Ahora, el grueso de los trabajos que quedan por desarrollar se localiza en los interiores, con la división en locales para su posterior alquiler. Ya se han realizado demoliciones de los muros interiores, la apertura de pasos para conseguir espacios más diáfanos y la reconstrucción de la terraza oeste del Casino, que estaba en mal estado, lo que ha permitido recuperar el nivel original.

En total, son 2.430 metros cuadrados de superficie y aún no se ha desvelado cuántos locales resultarán una vez se divida el espacio ni qué empresas están interesadas en trasladarse allí. Como destaca Díaz, «esta renovación permitirá recuperar la actividad en la plaza. Hay que destacar la importancia de esta nueva inversión por su contribución a la recuperación económica, la creación de empleo y como estímulo para el sector de la construcción y las empresas del sector turístico de El Sardinero».

Antes de la actuación, los locales de la planta baja se encontraban en desuso. Pero, durante décadas, parte de ellos –los que dan a la plaza y a la avenida de Maura– estuvieron dedicados a establecimientos hosteleros mientras que la parte interior se dedicó a almacenes. Una parte de estos antiguos locales habían realizado ampliaciones en forma de terrazas cubiertas, que con los años se fueron transformando en esos cierres definitivos conocidos como peceras.

El edificio del Casino fue proyectado en 1915 por el arquitecto Eloy Martínez del Valle y constituye un ejemplo de la arquitectura que imperaba en aquella época, de influencia francesa y característica de ciudades balneario localizadas en el norte de España y sur de Francia.