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El 25 de noviembre de 2020, Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra las Mujeres, Santander se adhirió a la campaña internacional 'El ... banco rojo'. El Ayuntamiento colocó 21 por toda la ciudad, y en las tablillas de los respaldos inscribió un sencillo mensaje en letras blancas: «En memoria de todas las mujeres asesinadas por quienes decían amarlas». Solo en los once primeros meses de 2020, 41 habían muerto de esa forma, asesinadas a manos de sus parejas o exparejas, pero el año concluyó con otras dos víctimas más. En España, según las estadísticas oficiales que comenzaron a elaborarse en 2003, las víctimas mortales de la violencia machista en el país son 1.133.
A día de hoy, parte de esos bancos rojos, concebidos como una forma de denuncia y también como una llamada a la reflexión, luce con manchas de pintura, malogrados o intervenidos de tal forma que el mensaje en recuerdo de las mujeres asesinadas queda borrado o ha sido alterado de algún modo. En algunos se ha sustituido la palabra 'mujeres' por 'personas', en línea, a todas luces, con la tendencia negacionista de la violencia machista instalada en parte de la sociedad.
El banco ubicado en la zona de Castelar, al pie del puerto deportivo, es uno de los más vandalizados y, por tanto, también uno de los que más veces se ha tenido que reparar. Igualmente, han sufrido daños los instalados en la Plaza de Cañadío y en el Alto de Miranda, donde, última y recurrentemente, se borra o tapa la palabra mujeres con pegatinas o con pintura negra. Ayer, sin embargo, el mensaje estaba intacto.
Consultado por esta cuestión, el Ayuntamiento de Santander asegura que es «consciente» de los hechos, en palabras de Álvaro Lavín, concejal de Familia, Servicios Sociales, Igualdad y Autonomía Personal.
A cargo de la reparación de los bancos rojos está la empresa Parques y Jardines, la cual, según informa el Ayuntamiento, ha colocado placas en algunos de ellos para proteger el mensaje de denuncia y memoria. Cuando se da aviso de que un banco está en mal estado o ha sido vandalizado, esta empresa se encarga de devolverlo a su estado original.
A la instalación inicial de estos bancos rojos en la ciudad -además de en Cañadío, Castelar o el Alto de Miranda, en otros puntos del mapa, como la plaza Juan Carlos I, los Jardines de Piquío, La Magdalena, Cazoña, Peñacastillo, Corbán, Nueva Montaña, La Albericia, Cueto, La Maruca o Monte- se destinó una partida municipal cercana a los mil euros y se pidió a varias asociaciones del Consejo municipal de Igualdad que los amadrinasen. Para su arreglo hay vigente otra de 878 euros, que podría renovarse una vez se agote en reparaciones.
En cuanto al significado de los bancos rojos, que llegaron a Santander en virtud de una iniciativa pacífica originada en Perugia en 2016, el Ayuntamiento se remite a lo expuesto en 2020: su objetivo es la prevención, información y sensibilización contra la violencia machista. El 17 de marzo, tras el último minuto de silencio que guardó la corporación municipal a causa del asesinato a manos de su marido de una mujer ceutí de 47 años, madre de dos hijos, Gema Igual reclamó la implicación de todos los santanderinos para «acabar con la violencia de género», dijo la alcaldesa de Santander.
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