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Los vecinos de la calle Enseñanza y alrededores han mostrado su «preocupación» por la instalación de un centro de baja exigencia en el número 6 del vial santanderino. Se trata de un nuevo recurso habitacional para 20 personas sin techo que el concejal de Servicios ... Sociales del Ayuntamiento, Álvaro Lavín, anunció a finales del mes pasado y que no sentó muy bien entre los residentes del barrio. El local de más de 150 metros cuadrados pretende proporcionar servicios básicos a la gente sin hogar para evitar, fundamentalmente, que pernocten en la calle. No obstante, los vecinos señalan que «la zona ya está bastante degrada por la cantidad de comercios cerrados, la suciedad» e, incluso, cuentan, «el trapicheo de drogas» y temen que el centro aumente aún más la imagen deteriorada del barrio. Por eso han solicitado ya al Consistorio que «cese en la intención» de continuar con el proyecto, explica Javier Velasco, en representación de los vecinos. Así, para tratar de alcanzar un acuerdo o buscar alguna solución que pueda contentar a ambas partes, mantuvieron una reunión ayer por la mañana con la alcaldesa, Gema Igual; el concejal de Servicios Sociales, Álvaro Lavín; y la gerente del Centro de Acogida Princesa Letizia (ubicado en la Avenida de Candina), María Luisa Peón.
Un encuentro que, a la salida, los vecinos calificaron de «tenso». Eso sí, les sirvió para trasladar su postura clara y completamente en contra con la instalación de este nuevo servicio municipal. No obstante, la reunión al menos les muestra que existe una «vía abierta de diálogo con el Ayuntamiento» y, por tanto, ven la posibilidad de conseguir frenar la obra. Además, la regidora les trasladó la intención del Ayuntamiento de, en primer lugar, desarrollar un proyecto completo para regenerar la zona, según explicó el portavoz tras finalizar la reunión. Un plan para el que «contarán con nosotros». De esta manera, la conclusión –y el mensaje que les da cierta tranquilidad– es que, al menos de momento, «queda paralizado el proyecto». Aunque ellos seguirán «pendientes» de los avances. En este sentido, señala Velasco, que «reactivarán» las quejas en cuanto vean algún movimiento.
Para los residentes también es importante señalar que no se trata de un problema de «solidaridad». Pero ven «sin fundamento» tratar de «meter con calzador» el nuevo centro en un edificio en el que, además, explica Velasco, «se intentó hacer obra en 2005 y se movió porque es antiguo y de madera». Y para que el espacio pudiera contar con todos los servicios haría falta «picar».
Sobre la instalación, se trata de un centro al que los usuarios pueden acceder de manera sencilla e inmediata. Sin trámites que dificulten su entrada y sin tener que buscarlos, ya que son los servicios los que se acercan a ellos. Busca atender situaciones en las que la supervivencia de la persona puede verse comprometida, cubriendo necesidades básicas, y trabajando de manera especial la reducción de daños y la prevención de riesgos. Además, la atención en baja exigencia no obliga a los usuarios a ningún compromiso, pero sí a unas normas de comportamiento. Por otro lado, será obligación del profesional de servicios sociales motivar al usuario a utilizar otros recursos sociales como el Centro de Acogida Princesa Letizia para un plan de intervención.
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