Vecinos de Joaquín Costa celebran el aparcamiento subterráneo pero temen las obras

El propietario de La Cañía, Jesús González, explica que la alcaldesa, Gema Igual, ya les ha trasladado su intención de proyectar el aparcamiento y les ha comunicado que el Ayuntamiento va a encargar a varias empresas constructoras estudios de viabilidad. «En un futuro cercano, las empresas irán poniéndose en contacto con los distintos negocios de la zona para consultar nuestras necesidades», añade González, quien defiende la necesidad de sumar plazas de aparcamiento en El Sardinero. «Cualquier obra con una duración tan larga como esta la vemos con recelo y con miedo por el perjuicio económico que nos puede suponer. Pero, si lo miramos a largo plazo, si el plan sale y es un buen parking, ganaríamos mucho porque conseguiríamos ser más atractivos para cualquier cliente que quiera venir, que puede meter el coche en el parking sin tener que estar dando vueltas».

Desde Costa 43, otro de los establecimientos hosteleros de Joaquín Costa, la sensación es la misma. «Viene mucha gente y más ahora que Santander se ha puesto tan de moda. Muchos son de fuera y para aparcar es un problema total, no solamente en verano, sino en otras épocas también», explica Angelina Barrientos, a quien también preocupan las obras. «Como hosteleros, sí que nos perjudicará durante la duración de la obra pero, una vez termine, bendita sea. Ahora hay muchos clientes que dejan de venir por lo difícil que es aparcar».

No solo los trabajadores de la zona ven la construcción de este parking como algo positivo, también los vecinos. «Las molestias serán bastantes, pero si es para mejorar, no me parece mal. Lo que queremos es que la gente pueda venir a El Sardinero, porque es que ahora no pueden venir por la falta de aparcamiento», expresa Araceli Gárate. «Yo vivo detrás –de Joaquín Costa– y todo lo que sea que puedan dejar el coche en el aparcamiento subterráneo me permitirá llegar a mi casa en verano más tranquilo», añade Antonio García, que espera que la obra no suprima plazas en superficie. «Lo que sea embellecer, sí, pero sin quitar aparcamiento porque ya hay poco».

Cuando Igual presentó el proyecto durante la campaña electoral, expuso que la intención es que este aparcamiento subterráneo tenga dos plantas y sume unas 500 plazas para vehículos. La alcaldesa lo anunció junto al aparcamiento disuasorio del Racing, que finalmente será en superficie y no subterráneo –si sigue adelante, ya que está en el aire que finalmente cuente con fondos europeos–, y el de La Marga, para el que el Puerto de Santander tendrá que cederle terreno. Ahora, el siguiente paso que darán desde el Ayuntamiento es aprobar en la Junta de Gobierno Local los pliegos de prescripciones técnicas para la elaboración de un estudio de alternativas y viabilidad del proyecto. El contrato contará con un presupuesto de licitación de 50.275 euros y un plazo de cinco meses.